Como parte práctica del reto, cada alumno/a, siguiendo una serie de pasos, fabricó su propio pluviómetro, un instrumento para medir la cantidad de lluvia.
Estos dispositivos fueron colocados al aire libre, en el patio del colegio, y durante varios días, el alumnado se encargó de observar y registrar en un calendario tanto el estado del tiempo, como la cantidad de agua recogida con sus instrumentos.
Finalmente, analizaron y representaron en una tabla los datos recogidos sobre las condiciones meteorológicas, desarrollando habilidades matemáticas mientras se divertían aprendiendo.
Ha sido una experiencia enriquecedora, en la que los pequeños meteorólogos de primero de primaria han demostrado gran interés, responsabilidad y entusiasmo.
¡Seguimos aprendiendo con ilusión!