En el año 2009 un grupo de científicos y pensadores decretaron el fin de la Era de la Informática y el comienzo de la era de las Neurociencias. ¿Será cierto? En el futuro lo sabremos, mientras sólo hace falta acercarse a una librería para comprobar la cantidad infinita de publicaciones que nos enseñan a cómo pensar mejor.
Y esto no es casual lo que hemos aprendido en estos últimos 10 años sobre cómo funciona nuestro cerebro, equivale al aprendizaje realizado en toda la historia de la humanidad. Estos avances de la ciencia se han logrado gracias a los mapeos cerebrales, hoy se pueden colocar electrodos en nuestras cabezas mientras realizamos diferentes actividades y corroborar qué partes de nuestro cerebro se iluminan. Todavía queda mucho por aprender pero algunos de los descubrimientos son:
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A nuestro cerebro le gusta , estar cómodo y seguro tener pocas ideas y conocidas porque ahorra energía. Pero para ser creativos necesitamos un cerebro activo que pueda explorar el mundo, descubrir nuevos recorridos, interactuar con personas porque la multiplicidad de perspectivas genera desarrollo de la creatividad.
La creatividad necesita intención y nuestra voluntad. Para encender diferentes partes de nuestro cerebro, que no estamos acostumbrados a usar tenemos que innovar, mezclar ideas alocadas, buscar nuevas soluciones, romper con tus pensamientos habituales.
Para ser creativos tenemos que cambiar.
Y es en este sentido que este año incorporamos el Club de las ideas, un espacio de reflexión que promueve la búsqueda de una pasión. Este programa se llevó a cabo con los alumnos de 2° y 3° año de Secundaria y se organiza en 3 etapas: inspirar, construir y comunicar.
Llegar a la idea llevó un proceso de búsqueda individual sobre qué nos entusiasma, o que nos enoja para investigar y pensar soluciones, aprendimos fundamentalmente que la mirada de nuestros compañeros nos ayuda a sacar la mejor versión de nosotros, donde el “Vos podes” y el aliento del equipo nos impulsó a salir de nuestras comodidades y a hacerle frente a nuestros miedos e inseguridades.
Los chicos prepararon sus charlas con mucho esmero junto a las docentes Mónica Lemos y Juliana Nardi y el 5 de septiembre las presentaron frente a sus familias y sus compañeros.
Los logros no se obtienen por accidente, nuestros alumnos decidieron el camino difícil, el del esfuerzo y el desafío. Y estamos muy orgullosos del camino que recorrieron, ya no son los mismos porque se animaron.
Charlas
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