Nicolás Maduro gana tiempo suplemento Tiempo Maduro | Page 13
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En 1912, el presidente Adolfo Díaz solicitó a Washington que
interviniese en el país asegurando que no podía garantizar la seguridad ni de
los ciudadanos de EE.UU. ni de sus propiedades en Nicaragua.
Las tropas de Washington tomaron entonces el control del
ferrocarril que unía el puerto de Corinto con Granada (clave para los intereses
de Washington) y condenando al fracaso cualquier intento de alzamiento por
parte de los liberales, que acabaron rindiéndose.
La presencia militar estadounidense continuó en Nicaragua por más de
una década, hasta 1925.
Tras las elecciones celebradas un año antes, los liberales habían
conseguido volver al gobierno a través de una alianza con los conservadores,
lo que causó discrepancias entre ellos.
Pocos después de la salida de EE.UU., el general conservador Emiliano
Chamorro dio un golpe de Estado, obligó a rescindir la coalición
gubernamental con los liberales y se juramentó como presidente en 1926.
EE.UU., sin embargo, no avaló su nombramiento. Estalló un
levantamiento que desencadenó en una guerra civil y EE.UU. volvió a enviar
soldados en 1927 que se enfrentaron al movimiento guerrillero de Augusto
César Sandino, contrario a la ocupación estadounidense.
El respaldo de liberales y conservadores a Juan Bautista Sacasa,
ganador de las elecciones de 1932, ayudó a llegar a un acuerdo que puso fin a
la rebelión de Sandino y a la retirada de EE.UU. en 1933.
Washington dejó al militar Anastasio Somoza como comandante de
la Guardia Nacional creada por EE.UU. como única fuerza armada del país.
Sandino fue asesinado en 1934 y en 1936 Sacada fue derrocado por Somoza,
quien permaneció en el poder durante casi dos décadas con el respaldo de
EE.UU.
México
En 1914, EE.UU. y México protagonizaron el conocido como Incidente de
Tampico, un municipio en el noreste mexicano que contaba con importantes
inversiones de compañías petroleras estadounidenses.