RECOPILACIÓN DE LEYENDAS 6º B
la viejecita llegara y así poderse quedar con su
alma, pero las cosas no sucedieron como él
esperaba. Cuando la viejecita llegó, sacó el
mandil del cesto que llevaba colgando del brazo.
Del interior del cesto salió un gato negro como el
carbón, que asustado empezó a correr puente
arriba. Y así es, como desde ese día, la anciana y
todo el mundo puede cruzar sin miedo el puente
mientras que el diablo nos mira, sin poder hacer
nada, junto al alma de un gato.
Favian Burcus, Kadija Nimaga, Nicole Guaña
EL FANTASMA DE SARIÑENA
En tiempos pasados y quién sabe si también en
los presentes, abundaban los diablos y los
fantasmas. Aparecían y desaparecían a su antojo.
La gente huía de ellos, sin plantarles cara. Nadie
podía sospechar que tales personajes podían ser
también vulnerables a los ataques del hombre.
No obstante, el hecho acaecido en Sariñena, se
ignora cuándo, demostró que era posible la lucha
contra los fantasmas.
El relato, según ha llegado hasta nosotros,
cuenta que merodeaba un fantasma por las
proximidades de la citada localidad oscense. Los
vecinos estaban atemorizados y no se atrevían ni
a salir de noche. Aquel ser sobrenatural sentía
una predilección especial por la laguna, sin saber
por qué.
Tan pronto aparecía sobre tierra firme, nadie
osaba pasar por aquel lugar, hasta que un mozo
se armó de valor, tomó su arma y salió cierta
noche en busca del temido fantasma. A eso de la
medianoche contempló impresionado una
sombra que se deslizaba sobre el agua, cerca de
la orilla de la laguna. El mozo se quedó mirando,
atónito, al descubrir que se trataba del fantasma.
Disparó seis veces y el fantasma continuó
impasible, como si nada.
Entonces, el mozo emprendió la huida y decidió
refugiarse en la iglesia, que estaba abierta. Se
reguardó tras la pila de agua bendita en la que
remojó varias balas y volvió a cargar el arma.
Recuperado su valor, volvió a la laguna y disparó
una sola vez y el fantasma desapareció para
siempre.
Paula Ripol, Laura Berdejo
LA CASA DE LOS SIETE VAMPIROS
Ocurrió una vez en Siret (Rumanía), cerca de la
frontera con