Naruto
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talunya, adscrito a l’Escola Tècnica Superior d’Enginyers de
Camins, Canals i Ports. «Las casas del Turó de la Peira eran
demenciales, con techos bajísimos; eran cuevas. En esta parte
de Nou Barris, los constructores no tenían ni idea, seguro que
había mucho amiguismo porque allí no había nada de profe-
sionalidad.»
Con la aluminosis se ha de actuar de manera cuidadosa.
«Yo recomiendo inspecciones continuas. Pero el problema
es quién paga las inspecciones. Las han de pagar las comuni-
dades de propietarios, pero muchas no tienen dinero, así que
es alta la probabilidad de que el inspector no cobre», previene
Vázquez, a su vez geólogo y aficionado al saxo alto y al jazz de
John Coltrane (Kind of blue).
La casa del president Jordi Pujol (La inmigración, problema
y esperanza de Cataluña), en la ronda del General Mitre, tam-
bién tiene aluminosis.
Muchas casas de la calle Mandri, en Sarrià-Sant Gervasi, tie-
nen aluminosis.
En Turó Park hay pisos con aluminosis. En los informes se
hace constar términos como «efectos del esfuerzo cortante»,
«resistencia a compresión» y «resistencia a los ácidos».
Tenía aluminosis el sótano de l’Escola d’Enginyers Indus-
trials de Barcelona, en la avenida de la Diagonal, 647.
Aluminosis sí, aluminosis no.
Sí o no.
Quién paga qué.
Dinero: money money money (Liza Minnelli, Cabaret).
Quién tiene dinero que prestar.
Quién asume los gastos.
Serás tú o seré yo.
«Yo estoy sin blanca», se encoge de hombros.
«A mí no me mires», se desentiende otro.