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Jesús Martínez
...La economía de Barcelona se somete a la globalización y
el marco se le escapa, sedados todos por el consumo y el ocio.
Ergo,
...La gente no es consciente del crecimiento de la desigual-
dad.
«La aluminosis social es el miedo.»
Carente de ambición, altruista (miembro de Arquitectos
Técnicos sin Fronteras) y familiar («los peques no perdonan»).
Se enfrenta al polígrafo el aparejador Raúl Heras (Barcelona,
1979), del despacho de ingeniería y arquitectura Sinluz («El
éxito es cuestión de todos»).
Reportero Jesús.—¿Qué es la aluminosis?
Raúl Heras.—Una patología.
R. J.—¿Cemento en mal estado?
R. H.—No exactamente, porque el cemento aluminoso aún
se puede llegar a utilizar. Tiene algunas características buenas:
se puede ejecutar con bajas temperaturas, fragua muy rápido,
es decir, se endurece… Mientras que el cemento Portland tar-
da 28 días en alcanzar el 90 % de resistencia, el cemento alu-
minoso en 24 horas ya ha cogido ese mismo nivel de endureci-
miento. Para la época en la que se quería construir con rapidez,
el cemento aluminoso era muy bueno…
R. J.—Pero si es bueno, ¿qué problema hay?
R. H.—Porque, a la larga, su comportamiento químico hace
que degenere. Sufre diferentes conversiones químicas: reacción
con el agua, con el aire… El material se acaba disgregando.
Es la pescadilla que se muerde la cola. El hormigón empieza
a perder porosidad y protección, lo cual permite que el agua
penetre cada vez más y que actúe hacia el fondo, y dentro de las
viguetas –elementos lineales de punta a punta–, las armadu-