CAPÍTULO 17 | El nuevo orden internacional
El hombre fuerte ahora será Leonid Brézhnev,
que se mantendrá en el poder como Secre-
tario General del Partido Comunista de la
Unión Soviética hasta 1982, no sin antes ha-
berlo compartido con otros dos dirigentes im-
portantes como Alexéi Nikoláievich Kosiguin,
que ocupaba el cargo de primer ministro, y
Nikolái V. Podgorny, que se hizo cargo de la
jefatura de Estado de 1965 a 1977.
Durante la era Brézhnev se destacan en polí-
tica exterior aspectos como que haya decla-
rado que la Unión Soviética era el estado guía
del comunismo y que por ello tenía derecho
a intervenir, incluso militarmente, en asuntos
internos de sus aliados, lo cual le sirvió para
justificar, en 1968, la intervención en Checo-
slovaquia. Otro aspecto fue que las relacio-
nes con la República Popular de China conti-
nuaron deteriorándose al mismo tiempo que
se seguía apoyando a Vietnam del Norte en la
Guerra de Vietnam.
El inicio de la década de 1970 marcará, a su
vez, el principio de la época de la ―disten-
sión‖, en la que Estados Unidos y la Unión
Soviética celebrarán varias rondas de nego-
ciaciones, principalmente en el terreno de la
carrera armamentista. Sin embargo, tanto el
poder soviético en el terreno internacional,
como el de Brézhnev en política interior, de-
pendían del éxito que tuviera la economía de
la Unión Soviética, cuestión que no sucedió
así, por lo que las mejoras de las condiciones
de vida del pueblo soviético se iban poster-
gando, provocando la desmotivación del mis-
mo.
En los últimos años de su mandato, Brézhnev
se interesó más por los asuntos internaciona-
les, llegando al punto de tomar la decisión
de invadir Afganistán en 1979.También estos
años se vieron marcados por un aumento del
culto a la personalidad, tal y como había su-
cedido con sus antecesores.
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En cuanto a los asuntos internos, se los dejó
a sus subordinados, destacándose Mijail Gor-
bachov, responsable de agricultura, un fuer-
te convencido de que el país necesitaba una
profunda reforma sin necesidad de organizar
ningún tipo de conspiración.
El nuevo hombre fuerte de la Unión Soviética,
a partir de 1984, fue Konstantin Chernenko,
que sólo se mantuvo en el poder por trece
meses, ya que falleció, en marzo de 1985.
Fue reemplazado inmediatamente por Mijail
Gorbachov, ocupando el cargo de Secretario
General del Partido Comunista de la Unión
Soviética de 1985 a 1989, y presidente eje-
cutivo de la Unión de Repúblicas Soviéticas
Socialistas de 1989 a 1991.
El inicio de la disolución de la Unión Sovié-
tica tiene sus orígenes desde que Mijail Gor-
bachov, a fines de junio de 1988, propuso al
Congreso del Partido Comunista de la Unión
Soviética una serie de reformas constitucio-
nales que con el tiempo trasladaran el poder
de dicho partido a una asamblea legislativa
elegida por sufragio universal (a ésta se le
bautizó con el nombre de Congreso de Dipu-
tados del Pueblo o Soviet Supremo), redu-
ciendo así el papel del partido en la gestión
económica y aumentando considerablemente
los
poderes
presidenciales.
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