Mujeres artistas de Tarapacá Septiembre 2020 | Page 9
Fibra vegetal con la sabiduría
ancestral: ANGÉLICA MAMANI
V
ivir la infancia en la
zona pre cordillerana
de nuestra región
es un privilegio que
muy pocas personas tienen.
Disfrutar de los majestuosos
paisajes y desarrollar
actividades con absoluto
respeto por la naturaleza en las
fértiles quebradas y valles del
interior de Tarapacá, dejan una
huella imborrable en la mente
y en la personalidad.
Algo que conoce muy bien
Angélica Mamani Amaro,
quien -al ser parte de la
comunidad Aymara de nuestra
región-, recibió de sus padres
el regalo más preciado para
ella y sus hermanos: los
saberes ancestrales, que
pasaron de generación en
generación, y que hoy son
parte de su identidad, de la
cual se siente muy orgullosa.
“Nosotros, desde que
nacemos, lo hacemos con
este saber ancestral que
llevamos como familia” nos
comenta Angélica. Y hace
hincapié en los conocimientos
que recibió de su padre,
quien es parte de la única
familia de nuestra región que
confecciona sombreros de
fibras naturales. Agrega que
provienen originalmente de la
Confecciona sombreros con identidad regional
comunidad de Ancuaque, en
la comuna de Colchane, sector
de Cariquima.
“El sombrero es un ornamento
que usamos a diario; nos
ayuda con el pastoreo, lo
usamos en las ceremonias,
y lo trabajamos con fibras
vegetales que se encuentran
a lo largo de la trashumancia
de los Aymaras”, nos explica
Angélica, para mostrarnos
la importancia de este
accesorio para su familia y su
comunidad.
Además, nos comenta que su
padre empezó a confeccionarlos
con la paja de huella en sus
inicios. “Y cuando iba hacia
la pre cordillera trabajaba los
sombreros con cola de zorro,
para continuar haciéndolos en
la ciudad con fibra de palmera
y totora”. Cuatro tipos de
fibras que se alternan para no
quedarse sin materia prima
y respetar la regeneración
natural de estos arbustos en
la naturaleza. Por eso, ella y
sus hermanos aprendieron
a trenzar las fibras naturales
desde los 5 o 6 años, como
juego al principio y luego como
ayuda a su padre para que
confeccionara los sombreros
para la familia y para la venta,
lo que también ayudaba a la
economía familiar.
Por eso, Angélica recuerda
con mucho cariño como su
padre le enseñó a tejer las
fibras vegetales que luego él
transformaba en sombreros.
Pero fue recién el año 2016
que, aprovechando sus
propios conocimientos de
costura, se dio el tiempo de
aprender y confeccionar su
primer sombrero. “Fue muy
motivador para mi, seguir las
técnicas que me indicó mi
padre para hacer mi primer
sombrero, porque no hay una
fórmula para fabricarlos, es
solo a través de la experiencia
y las técnicas” comentó.
Un conocimiento que ella no
quiere que se pierda; por eso el
año pasado ganó un proyecto
para instalar en Cariquima una
Casa de Saberes Ancestrales.
Allí, nos cuenta entusiasmada,
impartirá clases de tejido y
confección de sombreros.
Además, espera recibir a los
turistas que quieran disfrutar
de la experiencia de realizar
todo el proceso de fabricación
de un sombrero, desde la
recolección de la fibra. “Sólo
pudimos hacer la inauguración,
pero, cuando empiece
el desconfinamiento, voy a
seguir con este proyecto”.
Amaru artesanía con identidad
“El sombrero es un ornamento que
usamos a diario; nos ayuda con el
pastoreo, lo usamos en las ceremonias,
y lo trabajamos con fibras vegetales
que se encuentran a lo largo de la
trashumancia de los Aymaras”.
Artesanía Aymara
Contacto: +56978979894
Amaru artesanía con identidad
@AmaruArtesaniaConIdentidad
Productos: Sombreros. Elaboración
de productos artesanales con fibra
vegetal.
Mujeres artistas de tarapacá
9