Daniela Covarrubias
31 enero, 2019
La brecha salarial es uno de esos temas que nos incumben a todos, tanto hombres como mujeres… ya que impacta de manera directa nuestra economía. Desde hace un tiempo ví noticias y movimiento de actores y deportistas diciendo que a las mujeres les pagaban mucho menos que a los hombres que trabajan en esas industrias. Captó mi atención que según la estadística más reciente, las mujeres ganan .77 dls mientras que los hombres 1dl.
Pero, ¿Qué implica esta cifra? Al principio pensé que por el mismo trabajo a las mujeres se les paga menos, y este es un factor pero no el principal. La razón de esta cifra va mucho más adentro y es mucho más compleja de lo que inicialmente esperaba. Las mujeres tienen salarios más bajos por qué se le han destinado trabajos mucho menos remunerados por qué son las que tienen que quedarse en casa cuidando a los hijos. La sociedad crea incentivos para que las mujeres escojan profesiones mucho menos “exigentes” para que de esta manera puedan hacerse cargo de los hijos. Un ejemplo que se plantea es cómo el 80-90% de los puestos directivos de las empresas están dominados por hombres.
La brecha salarial crece cuando la mujer tiene entre 25-40 años ya que es el periodo de la vida en donde se embaraza y tiene que cuidar de sus hijos, mientras que los hombres tienen mejores puestos y desarrollo profesional en la misma etapa. Con esto no quiero decir que las mujeres son menos capaces que los hombres, sino todo lo contrario… si los hombres se involucran de igual manera en las tareas del hogar y la crianza de los hijos, las expectativas y carga personal disminuiría para la mujer permitiéndole a ella desarrollarse de una mejor manera.
El factor discriminatorio a la mujer es una realidad que también contribuye a la brecha salarial. Existen varias razones, que aunque basadas en estereotipos y desinformación por parte de la sociedad, hacen que los empleos importantes o ascensos se le atribuyan menos a la mujer que al hombre. Aunque la mayoría de los economistas quieran insistir en que el factor no existe, la realidad es que si no importaría el factor género como ellos insisten, no tendríamos este problema.
Lo que busca una gran parte del colectivo feminista es que la maternidad no sea un limitante para la mujer en el ámbito laboral si ella así lo desea. Que ambos, tanto hombres como mujeres se vean involucrados y comprometidos con la formación del hogar. Que los empleos se dirijan hacia la calidad del que va a realizar el trabajo y no hacia la supuesta capacidad que le da su género.
La ONU plantea que hasta dentro de 70 años la brecha salarial dejará de existir, pero yo insisto en que si nosotros nos planteamos el cambiar y realizamos esfuerzos por exigir otra calidad laboral llegaremos en mucho menos tiempo.
17