No recuerdo bien si este dibujo fue inspirado por una
canción o si la vinculación con la canción vino
posteriormente. El caso es que la canción con la que
relaciono el dibujo es “Vendedora de caricias”, de Panteón
Rococó. No me gusta explicar mis dibujos, así que en este
caso sólo describiré brevemente el contenido de dicha
canción.
En “Vendedora de caricias” nos ponemos en la piel de un
hombre que ha perdido la relación con su pareja, lo que le
ha sumido en una gran depresión. Su solución desesperada
para olvidar a su expareja es recurrir a la prostitución.
El hombre llama vendedora de caricias a la prostituta, y la
canción es la petición que le hace a esa mujer, a la que
quiere usar como instrumento de consuelo. Su deseo es que
la prostituta finja que le importa, que le escucha y que le
conoce, y le pide que finja que no es una noche más, que él
es diferente al resto de clientes. Le pide que finja que le
considera importante, que es todo para ella, que le quiere y
que son felices juntos.
Los pocos motivos que da para esta petición son que se
encuentra tremendamente solo, tanto que incluso ha
llegado a pensar en el suicidio. Por eso le pide ayuda para
olvidar a su antiguo amor, pues el hombre piensa que podrá
olvidarla mientras la prostituta finja que es su pareja.
Texto elaborado a partir de la canción “Vendedora de
caricias”, de Panteón Rococó (Panteón Rococó, 2007).
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