Mujeres (2ª edición) | Page 68

No recuerdo bien si este dibujo fue inspirado por una canción o si la vinculación con la canción vino posteriormente. El caso es que la canción con la que relaciono el dibujo es “Vendedora de caricias”, de Panteón Rococó. No me gusta explicar mis dibujos, así que en este caso sólo describiré brevemente el contenido de dicha canción. En “Vendedora de caricias” nos ponemos en la piel de un hombre que ha perdido la relación con su pareja, lo que le ha sumido en una gran depresión. Su solución desesperada para olvidar a su expareja es recurrir a la prostitución. El hombre llama vendedora de caricias a la prostituta, y la canción es la petición que le hace a esa mujer, a la que quiere usar como instrumento de consuelo. Su deseo es que la prostituta finja que le importa, que le escucha y que le conoce, y le pide que finja que no es una noche más, que él es diferente al resto de clientes. Le pide que finja que le considera importante, que es todo para ella, que le quiere y que son felices juntos. Los pocos motivos que da para esta petición son que se encuentra tremendamente solo, tanto que incluso ha llegado a pensar en el suicidio. Por eso le pide ayuda para olvidar a su antiguo amor, pues el hombre piensa que podrá olvidarla mientras la prostituta finja que es su pareja. Texto elaborado a partir de la canción “Vendedora de caricias”, de Panteón Rococó (Panteón Rococó, 2007). 66