Gerardo Mariñas nos habla del máster en Transformación Digital
EDITORIAL
BELTRÁN DE OCIO Director de RRHH
CEO of company
Es cierto que podemos simplemente ceñirnos a lo que se nos pide que hagamos y hacerlo bien. Pero el trabajo que hagamos siempre será mucho más rico si le sumamos algo nuestro para hacerlo mejor. Si pienso en una manera de explicárselo al hijo de mi amigo, se me ocurriría compararlo con una receta. Si nos ceñimos exactamente a lo que pone en el papel, tendremos como resultado un plato correcto y bien hecho. Pero, ¿qué pasa si alguien nos enseña un truco o nos da un consejo nuevo para hacer la receta? O mejor, ¿qué pasa si cuando conocemos y tenemos bien entrenados los ingredientes y los pasos para hacer una receta y se nos ocurre una manera de mejorarla? Si aportamos soluciones nuevas y enfoques diferentes a nuestros compañeros y los aplicamos a lo que hacemos, el valor que le damos a nuestro trabajo es mucho mayor.
El objetivo, al fin y al cabo, no es quedarnos siempre con el mismo resultado. Sino, igual que en la receta, ir innovando y mejorando para que el plato sea cada vez más sabroso. La mejora constante es una cualidad que enriquece a las empresas. Y, al final, el trabajo excelente es el que aporta más al equipo y, por ende, al cliente. La Proactividad es atención al detalle y acción para llevarlo a cabo. Si comparamos una empresa con una cocina de un restaurante con estrellas Michelin, cuanto mejores sean nuestras recetas y más nos esforcemos por que el equipo de “cocineros” esté más a gusto y trabaje de manera más eficaz, más contentos quedarán nuestros comensales y más satisfechos nos iremos a casa al final del día. Pudiendo hacer recetas estupendas con el ingrediente ganador de la Proactividad, ¿Por qué hacerlas simplemente correctas? Os animo a que pongáis atención y os arriesguéis. Seguro que en la cocina el resultado es excelente.
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4 Mtalent Diciembre 2017