construir unidad con otros
sectores.
Esto quiere decir que el
partido político es un instru-
mento en el plano electoral,
pero el sindicato es un ins-
trumento en el plano de la
disputa cotidiana para me-
jorar las condiciones labo-
rales. La central de trabaja-
dores es un instrumento
para poner de pie una pro-
puesta con centralidad en la
clase.
Hay que recuperar una
estrategia de poder de la
clase trabajadora que nos
permita volver a tener una
incidencia concreta en el
escenario político nacional.
Es necesaria una estrategia
de poder que ponga priori-
dades.
La riquísima historia
de nuestros compañeros
y compañeras del campo
nacional y popular debe
ser puesta al servicio de
una mirada superadora
de las parcialidades y los
cachitos que representan
cada uno de ellos.
¿Cuál es tu mirada del
parlamento?
En el parlamento están
todas las fuerzas represen-
tadas, desde los empresa-
rios hasta los trabajadores.
Es hora que tengamos una
estrategia única.
Ese es el paso que de-
bemos dar.
Y el Frente P atriótico
puede darnos esa posibili-
dad, porque nos permite
derrotar a Macri pero tam-
bién poner en debate el
proyecto de país que nece-
sitamos en el tiempo que
viene.
Hay que ir a convencer
a la gente. Uno es lo que
representa. La inmensa
mayoría de nuestro pue -
blo pelea pero sobrevive,
no lo enamora ningún
proyecto político. Nadie
lo enamora. El desafío
político que tenemos es
recuperar un proyecto
político que vuelva a
enamorar a nuestro pue -
blo.
Fueron por todo, pero no los dejamos
La conclusión es clara: nuestro pueblo pelea, pero
en algunas ocasiones vota a los verdugos. Por eso hoy,
a esa premisa de pueblo luchador por sus derechos,
hoy tenemos que agregarle la unidad y la masividad
necesarias para hacer retroceder al poder.
Ellos ya decidieron, van a saquear al país hasta el
último día de gestión.
Por eso tenemos que estar en la calle hasta ese
último día de gestión.
No tenemos que esperar hasta octubre como vo-
tantes pasivos, sino que tenemos que construir un oc-
tubre con movilización popular para derrotar a Macri
en las urnas y también para poner de pie a un pueblo
que exige un cambio de políticas y no solamente un
cambio de nombres.»
«En 2017, en octubre con las elecciones legislati-
vas, se convirtieron en una fuerza nacional, ganaron
en todo el país. Se sentían con poder para ir por todo.
En esos meses de 2017 pensaban brindar con la
reforma laboral, con la armonización del IPS para au-
mentar la edad jubilatoria y bajar los haberes, soña-
ban con un Astillero Naval Río Santiago cerrado o con-
vertido en una mínima expresión, soñaban con una
reforma de la seguridad social que fuera un trámite y
terminó siendo un problema con un costo político a
escala planetaria.
Pero, como hubo unidad, masividad y consenso en
la sociedad no pudieron convertir en ley la reforma
laboral, no pudieron armonizar el IPS, y no pudieron
cerrar el Astillero Naval Río Santiago.
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