mencionar algunos datos como que el primer
mundial de fútbol de varones se realizó en 1930,
mientras que el femenil tuvo un retraso de 61
años.
No sólo eso, sino que la baja representación
también muestran un indicio sobre el
compromiso de los países con el fútbol de
mujeres. En México, la aparición de la Liga MX
Femenil (apenas en 2016), ayudó a poner sobre la
mesa temas como la desigualdad salarial y el
acceso de mujeres al deporte.
Convenio
Hace unos meses, jugadoras españolas pusieron
el dedo en la llaga cuando denunciaron que el
salario mínimo de un jugador de La Liga es de
155.000 euros, mientras que el de una jugadora
de la Liga Iberdrola es de 82,565 euros
mensuales. ¡Vaya diferencia! ¿No?
Mismo caso con Vans México cuando en el
lanzamiento de la convocatoria para la final el
circuito skate mexicano, Vans Royal Side Stripe
2019,
ofrecieron
una
premiación
completamente dispar para hombres y para
mujeres: mientras los tres primeros lugares de
ellos recibirían 100 mil, 50 mil y 30 mil pesos
respectivamente, así como apoyo para
continuar con su carrera, a ellas las premiarían
con 12 mil, 5 mil y 3 mil pesos respectivamente,
y ningún otro apoyo.
Afortunadamente la reacción en redes sociales, hizo a la firma reconocer su error en la distribución
de los premios en los tres primeros lugares entre los géneros, enviando un comunicado en el que se
comprometieron a tomar acciones para promover el deporte en niñas y mujeres.
En pleno siglo XXI, no debemos ya tolerar más diferenciaciones que nieguen a las mujeres el derecho
a desarrollarse en cualquier ámbito, en este caso, el deporte. Queremos ver cada vez más niñas y
mujeres futbolistas en la cancha de los mejores estadios ya no sólo soñando ser como Beckham
(como en la película con Keyra Knightly), sino luchando por posicionar sus propios nombres como
nuevos astros del balompié.
Fotografía: Nina. Ganadora por mayoría de votos de una beca en la Barca Academy a través del concurso online
organizado por la revista QueTal de San Luis Potosí.
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