PÁGINA 3 | MOMENTOS | SORTEM
UNA DE LAS PRIMERAS
FACULTADES QUE
DESAPARECE EN TIEMPOS
DE URGENCIA ES LA
CAPACIDAD DE
REFLEXIÓN Y
PLANIFICACIÓN.
Por tanto y, a pesar de sus esfuerzos, tanto los servicios
sanitarios como los funerarios se quedan cortos al cubrir
las necesidades de sus usuarios. En una situación de
transformación constante en la que las directrices del
gobierno cambian casi de manera diaria, impera la
incertidumbre. La demanda se ve aumentada por el
incremento en el número de muertes y los recursos
disminuidos por trabajadores en cuarentena.
Una de las primeras facultades que desaparece en
tiempos de urgencia es la capacidad de reflexión y
planificación. Es por ello que los planes de evacuación
en caso de incendio se forjan en tiempos de
tranquilidad. Cuando llega el incendio, solo se puede
reaccionar.
Hoy día, nos encontramos en una situación de
emergencia y sin precedentes. Es seguro que las últimas
despedidas de las víctimas del COVID-19 no ocurran.
Que los funerales, entierros o incineraciones, junto con
los demás ritos que hemos creado para cerrar capítulos
en nuestras vidas no lleguen a materializarse.
Tanatorios vacíos, salas de espera desiertas, palacios de
hielo llenos de fallecidos esperando su turno.