La columna de Winter
Los niños
y los perros
En todos los casos la interacción entre niños y perros debe ser
supervisada por la presencia de un adulto. En la mayoría de los
casos, los perros que se crían desde cachorros en contacto con
niño, no suelen representar un riesgo. De todas formas hay
algunas situaciones que se pueden dar en la vida cotidiana que
pueden generar confusiones en el animal. Hay una serie de
consejos que son aplicables para disminuir al máximo, la
posibilidad de que algo malo suceda.
• Sorprender repentinamente a un perro mientras duerme.
Hay varias mordidas que se dan en este tipo de circunstancias,
cuando un perro está durmiendo y repentinamente un niño lo
sorprende abrazándolo o dejándose caer sobre él. Los adultos
deben estar atentos para poder prevenir este tipo de cosas, si
es posible de acuerdo a las edades o capacidades de
comprensión, explicarle a los menores que eso no se debe
hacer.
• Cuando los perros se alimentan.
Si bien hay varios perros que bien disciplinados que no se
tornan posesivos frente a este tipo de estímulos, también hay
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Son muchos los beneficios del vínculo entre niños
y perros, pero al mismo tiempo también se
requiere de una participación activa por parte del
los adultos para evitar accidentes. Hay
circunstancias en las cuales un perro puede llegar
a morder a un niño, independientemente de si es
agresivo o no.
Es sabido que cuando los niños se crían en
contacto con perros, generalmente desarrollan
un mayor nivel de empatía y comunicación que
los que no tienen esta posibilidad.