MOLA #6 Abril/Mayo | Page 22

¿Cómo fue tu llegada a Montevideo? Llego para estudiar Ciencias de la Comunicación en la facultad, un poco por ganas, un poco por rajar y empezar a vivir solo. Irse a vivir solo después del bachiller fue de las mejores enseñanzas de vida. Se lo voy metiendo desde ya a mis hijos. Hoy podés vivir de tu arte, pero ¿a que te dedicaste antes de llegar a este lugar? Durante muchos años fui publicista. Trabaje en agencias de publicidad. ¿Sos 100% autodidacta? Fuí a talleres para aprender la técnica y relacionarme con los materiales. Después volá !!!!...Sino te comen las ratas !!!! ¿Porqué? ¿Hasta qué punto son necesarios los talleres y los cursos de pintura? Yo doy talleres a mis alumnos. Son necesarios para sensibilizar y amigarte con la técnica, después el camino del artista, es en solitario y acompañado de un despegue intelectual. Sin intelecto la obra está vacía. Siempre se lo digo a mis alumnos, si no trabajás en tu interior y en tu propio lenguaje los talleres no sirven para nada. Yo solo introduzco, no saco pintores. Tus obras se caracterizan por personajes con grandes cabezas y colores estridentes. ¿Podrías desde algún lugar autodefinir tu arte? Mi arte soy yo. La definición que la den los demás. Yo sólo vuelco con máxima soltura lo que me sale. Algunos me llaman "naif perverso". Yo que sé... todas mis obras son un pedacito de mi mundo. Las cabezas gigantes sólo 22 plasman mi visión de un mundo en cada cabeza. Todo ahí. Acumulado y esperando ser compartido. ¿Te consideras una persona transgresora? Que son los límites para vos? Nnaaaaaa…considero que somos todos unos muertos, del primero al último. Todo es lo mismo. Depende del emisor y el receptor. Que yo no tenga ciertas trabas mentales es otra cosa. Los límites van hasta no faltar el respeto al otro. Después, personalmente, me creo mis propios límites y solamente trato de hacer caso a mi sentir. Hago hincapié en respetar al prójimo, cosa que ya es una rareza. ¿Qué opinas frivolidad? de la Un poco de cada cosa. Todos los excesos son malos, la total frivolidad es una reverenda estupidez y el exceso de realidad, una tristeza. En los medios, está lo jugoso. Yo me divierto, me tuneo, me acaricio el Narciso que tengo adentro, detono, me gozo, eso sí, al otro día, me levanto a las 7.30 para hacer el café con leche y la tostada a los guachos para ir al cole. Juego todo el tiempo con el disfraz. Si no es así, la vida termina siendo un embole sideral. Las personas siempre necesitan armar cofradías o sentiste identificadas con "algo" para sentir que son o pertenecen. ¿Qué opinas? ¿Cómo te sentís con estas posturas? Yo estoy en mi mundo con mis propios parámetros, lo que a los demás les haga bien, cosa de ellos. Trato de no juzgar, y siempre digo que si hay algo que te hace bien, metéle garra…de última, en este país siempre va a haber alguien que te de palo y palo…por eso hay que hacer lo que a uno le cierre después de eso. Prefiero pertenecer siendo un individuo pensante y no una oveja para el