CAPACITACIÓN BÁSICA BAYG.A.P. MÓDULO 2
MÓDULO 2.2:
¿CÓMO SE IMPLEMENTA
EL MIP?
El MIP emplea todas las técnicas o estrategias adecuadas para mantener la presencia de plagas
por debajo de niveles que causarían una perdida inaceptable del cultivo y así contribuir a una
agricultura sostenible. Las diferentes estrategias y los métodos específicos del MIP se clasifican
generalmente bajo los siguientes títulos: métodos Mecánicos, Culturales, Sanitarios, Biológicos y
Químicos de manejo de plagas. Cuáles se emplearán finalmente dependerá del cultivo y la situa-
ción de la plaga y, hasta cierto punto, de la infræstructura en la que se produce el cultivo, así como
también de la disponibilidad de los recursos.
Asimismo, es importante recordar que cualquier cultivo, también en lo referente al MIP, es un sis-
tema dinámico en constante cambio por las razones ya comentadas en la introducción. La imple-
mentación del manejo de plagas deberá tomar en cuenta la naturaleza dinámica de la situación.
El MIP apunta a la producción de un cultivo más sano que sea capaz de soportar el impacto de la
plaga, a diferencia de un cultivo débil o bajo estrés. Un cultivo sano también tendrá un rendimiento
potencial más alto y cubrirá mejor los costos del manejo de plagas. Las características genéticas
de la semilla, junto con las prácticas de manejo del cultivo, determinará su potencial de producir un
rendimiento alto. El manejo de plagas, sea bueno o malo, no afectará este potencial, solo protegerá
lo que produce el cultivo. Por ejemplo, una semilla de algodón inferior y un mal manejo de cultivos
podrán dar un rendimiento potencial máximo de 300 kgs por hectárea. El manejo de plagas, no
importa cuán bueno sea, no podrá aumentar este potencial a 400 o 500 kgs por hectárea.
El manejo de plagas no aumenta el potencial de un
cultivo de producir un alto rendimiento. Solo pro-
tege al cultivo de pérdidas en el rendimiento.
La producción de cultivos apunta antes que nada al uso de buenas semillas, a la aplicación de
buenas prácticas de manejo de cultivos y a programas de MIP específicamente adaptados, para
producir un cultivo sano con el máximo potencial de rendimiento posible, estableciendo las bases
para el MIP. De esta manera, los cultivos se volverán más resistentes al ataque de plagas y al daño
antes de que ocurra una pérdida en el rendimiento, y se obtendrá una mayor seguridad econó-
mica. De la misma manera, se minimizará el peligro para la salud humana, los otros cultivos, los
animales y el medio ambiente.
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