Un buen modelo farmacoeconómico es aquel que está diseñado para alcanzar el
objetivo que se pretende:
Útil para la toma de decisiones. Los modelos resultan útiles en la medida en
que se dispone de una información mínima confiable, obtenida de datos de
calidad y bien documentados acerca de los acontecimientos (ensayos
clínicos, estudios naturalisticos, estudios observacionales y epidemiológicos,
revisión de base de datos, historia clínica, información del paciente, literatura
científica, meta análisis, ensayos clínicos publicados, opinión de expertos),
resultados, costos y probabilidades de las estrategias disponibles para
atender el problema que se desea analizar
Dinámico en su estructura matemática y en incorporación de nuevos datos
para explorar las posibles implicaciones de incertidumbre que puede estar
sometido cuando se compara razonablemente al menos dos alternativas de
intervención farmacéutica.
¿Cuáles son los pasos que debe seguir la elaboración de un modelo
económico?
Se han establecido con el fin de garantizar la fiabilidad del modelo y asemejarla a la
de los estudios prospectivos, algunos de estos pasos son comunes con los
requeridos a las evaluaciones económicas, y podemos resumirlos en:
Han de expresar claramente la hipótesis de trabajo y los objetivos del estudio.
Justificar la necesidad de elaborar un modelo para el objeto de estudio.
Describir claramente y con detalle las alternativas de tratamiento, las
intervenciones sanitarias o las tecnologías a evaluar por el modelo.
Explicar con claridad la población diana del modelo.
Especificar la perspectiva elegida en el modelo (comprador, gestor, sistema
sanitario, social, etc.).
Describir adecuadamente la estructura del modelo.