mis hijos son victimas?
Las víctimas del bullying suelen ocultarlo a sus padres y maestros. Por eso es importante estar atentos a lo que les ocurre a nuestros hijos. Además hay una serie de indicios que pueden ayudarnos a descubrir una situación de acosos escolar en la vida de nuestros hijos:
•Cambios en el estado de ánimo. Si advertimos que nuestro hijo o hija está más triste de lo habitual sin que haya una causa aparente y que esa tristeza dura un tiempo, deberemos hablar con él para averiguar si se debe a una situación de acoso.
•Se niega a ir a la escuela. Si de pronto un chico o chica se niega a ir a la escuela, inventa enfermedades para quedarse en casa o pone objeciones absurdas.
•Cambia su comportamiento. Si comienza a mostrarse miedoso, nervioso, distraído o huidizo y no consigue explicarnos por qué le ocurre eso.
•Tiene moratones o heridas frecuentes.
•Le desaparece dinero u objetos personales y tampoco es capaz de explicar dónde están o da explicaciones absurdas.
El bullying o acoso escolar es un comportamiento que se caracteriza básicamente por maltratar, humillar y agredir física o psíquicamente a un compañero. Así como también burlarse de él, ignorarlo, asustarlo y dejarlo de lado sistemáticamente. Esta situación genera un conflicto muy grave que no sólo afecta al niño acosado sino también al entorno en el que se mueve.
Poner sobrenombres ofensivos, hablar mal de un compañero, dejarlo fuera de todos los grupos, escribir leyendas en su contra, no dirigirle la palabra, hostigarlo, amenazarlo, empujarlo, pegarle, romper sus pertenencias u obligarlo a que haga algo en contra de su voluntad.
BULLYING.... ¿ Que hago?
o acosador? enterate...
Los indicadores observables dentro del ámbito familiar que pueden hacer sospechar que un hijo es un acosador, serían: Ausencia de empatía con el sufrimiento de los demás.
•No le preocupa las emociones de los otros, y sólo piensa en la satisfacción de sus necesidades.
•Se muestra prepotente y dominante con hermanos y amigos. Muestra comportamientos agresivos.
•Se enorgullece de su conducta agresiva. Habla despectivamente de algún chico o chica de su clase.
•Se mofa o burla de sus iguales.
•Hay constancia de que ha sido recriminado más de una vez por peleas con sus iguales en el centro escolar al que asiste.
•En casa, no cumple las normas que le ponen sus progenitores.
•No asume la responsabilidad de su conducta, ni pide perdón cuando ha actuado mal, ya que no se siente culpable de las consecuencias de sus actos.