Elizabeth Bathory
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Nace en 1560 en una familia rica húngara.
Con 15 años se casa con un noble, y pasa a vivir en un castillo en los Cárpatos.
Elisabeth aburrida por el aislamiento, comienza a interesarse por el esoterismo, rodeándose de una siniestra corte de brujos.
A medida que pasaban los años, la belleza se iba degradando, y pide consejo a una bruja que le indica el poder de los sacrificios.
Un día una joven sirvienta estaba peinandola, cuando accidentalmente le dio un tirón. Ésta, le dió tal bofetada que la sangre de la doncella salpicó.
Al mirarse la mano manchada, creyó ver que parecía más joven que el resto de la piel, mandó que cortase y que metiesen su sangre en una bañera para que pudiera bañarse en ella.
A partir de ese momento, los baños de sangre serían su obsesion.
Años mas tarde un soberano envía una tropa de soldados que irrumpen el ritual y sorprenden a la Condesa y a sus brujos.
Son detenidos y conducidos a prisión.
Báthory fue condenada, la encerraron en su castillo, dejándole una pequeña ranura por la cual le pasaban comida, de repente dejó de tocar la comida y muere en 1614.