La bruja prometió vengarse un día, y ese día llegó después de muchos años. Ella vendió su
alma a la oscuridad para su gran venganza. Ya que el hombre que la engañó trabajaba
de minero, ella entró en la mina y con sus poderes maléficos derrumbó la mina, pero antes
le dijo: “Si en la vida no pudimos estar juntos, ahora tu alma será mía para siempre”.
La mina se derrumbó y no sólo murió ella y el novio que la engañó, sino también hombres
que tenían hijos y mujeres que mantener.
Desde ese día nadie más se acercó a esa mina, ya que de noche se escucha a una mujer
llorando. Por esto es que desde ese día está prohibido que las mujeres entren a las minas.
Autoras:
Norma Lois y Adriana Costachi de 3er ciclo.