como si fuera una competición entre iguales. Otra de las razones
por la que se guarda el secreto, es que los gobiernos de las gran-
des potencias no sabrían cómo explicar que siendo ellos los líde-
res del mundo, sin embargo estas naves desconocidas se paseen
impunemente por sus cielos con absoluto desprecio de sus fuerzas
armadas, si este hecho fuera reconocido provocaría en las nacio-
nes más débiles una tendencia a sublevarse del yugo de estos paí-
ses dominadores, por eso, para ellos es primordial no hablar de
este asunto públicamente.
Lo cierto es que el principal motivo que impide el contacto entre
humanos y extraterrestres es la incompatibilidad moral de las dos
civilizaciones, esto puede parecer un asunto simple para el hom-
bre actual, pero esto se debe a que el progreso filosófico es el úl-
timo peldaño que tienen que alcanzar las civilizaciones para estar
completamente realizadas, porque es esta característica la que di-
ferencia a los mundos que han terminado su evolución de los que
no. La verdad es que los mundos atrasados dan una excesiva im-
portancia a lo material, mientras que los avanzados en cambio le
dan la misma importancia a lo material que a lo espiritual. Los ex-
traterrestres podrían aportar los elementos morales o técnicos que
el mundo necesita para terminar su evolución, pero es necesario
que eso lo aprendamos poco a poco y por nosotros mismos, por-
que de lo contrario el hombre se encontraría absorbido por una
cultura extranjera que no sería capaz de comprender, todo sería
más sencillo si la humanidad tuviera más en cuenta la razón y el
sentido común y menos las tradiciones absurdas por muy lejanas
o arraigadas que sean.
Otra de las posibles explicaciones sobre el diseño circular de los
ovnis podría ser, porque como sistema de propulsión principal se
utilice una turbina o hélice camuflada en su interior, esto ya fue
intentado sin éxito por el ejército de Estados Unidos en 1958, este
aparato llamado (Avrocar) fue construido en secreto pero no con-
siguieron hacerlo funcionar porque no incorporaba propulsores
laterales que eran necesarios para equilibrar el chorro de fuerza
principal. En principio esa idea no era mala, pero quizás el pro-
yecto fracasó por falta de confianza en un modelo tan diferente de
lo habitual y por disponer de un escaso presupuesto para concluir
todos los elementos necesarios. Seguramente si hubieran puesto
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