Mis ideas filosoficas 3 | Page 46

codicia, aún a costa de destruir la sociedad en la que viven. Así es como las naciones muchas veces se condenan a la ruina y los im- perios se hunden, porque una vez la mentira se implanta en los núcleos de poder, nadie es capaz de cuestionarla y a consecuencia de ello no son capaces de frenar su desintegración. En la actualidad está de moda decir que todo se resume a una so- ciedad formada por políticos malos que engañan a trabajadores buenos, pero tal cosa no es verdad, pues en realidad la mediocri- dad del mundo no sería tal si no fuera por la vagancia de la clase trabajadora que se cree con demasiada facilidad las mentiras que les cuentan, esto ocurre porque no quieren molestarse en buscar ellos mismos la verdad, se quejan de la codicia de los políticos cuando ellos son codiciosos, se quejan de la falta de ética cuando ellos no saben lo que significa la palabra moral, esta gente se ol- vida que no solo existe la riqueza material también la hay espiri- tual y que lo mismo puedes encontrar un pobre que además es un canalla, como un rico con bastante dignidad, es cierto que un mundo mejor es posible, pero solo se podrá conseguir cuando ca- da ciudadano rechace la mediocridad que hay dentro de sí mismo, porque la mediocridad de la clase política solo es el reflejo de la mediocridad de la sociedad a la que representa. En realidad, las personas mezquinas son infelices porque no com- prenden que la clave de la felicidad está en vivir con equilibrio y moderación, no comprenden que de la misma forma que para pro- ducir vida es necesario unir tierra y agua de forma equilibrada, del mismo modo para que las relaciones humanas sean fructíferas es necesario acompañar al deseo material de riquezas con el deseo de una vida plenamente desarrollada en el aspecto espiritual. Es necesario comprender que el bien de todos también es el bien de uno mismo, y que solo cuando se aprende a respetar los derechos de los demás se está en condiciones de vivir en sociedad. Porque un alma embrutecida, que se olvida de los valores espirituales, se vuelve insensible e incapaz de sentir, porque un hombre que solo se tiene en cuenta el materialismo es igual que un desierto al que le falta el agua y por lo tanto incapaz de desarrollar plenamente la vida, una persona así nunca será feliz por más riqueza que consi- ga, estas almas atormentadas solo se encontraran en paz cuando 46