REFUGIADOS O INVASORES
Resulta absolutamente frívolo el comportamiento de algunos par-
tidos políticos principalmente de izquierdas, que utilizan la inmi-
gración solo con fines partidistas, pues califican como refugiados
a personas que entran de forma ilegal en Europa y en muchos ca-
sos recurriendo a la violencia para conseguirlo, pues atacan a la
policía de frontera que cumple con su deber de intentar evitarlo,
ellos afirman que esos inmigrantes vienen porque carecen de lo
esencial para vivir, pero entonces ¿cómo es posible que paguen
auténticas fortunas para que las mafias les proporcionen los bar-
cos en los que llegar? Además, cuando esos inmigrantes ilegales
no consiguen sus objetivos económicos en muchos casos se dedi-
can a la delincuencia, y cuando consiguen un contrato de trabajo
es a costa de devaluar los sueldos del país en el que se instalan,
perjudicando de esta forma a la clase trabajadora. Los gobiernos
europeos están demostrando una clara falta de autogobierno al
equiparar a estos inmigrantes con los ciudadanos de pleno dere-
cho, porque al hacer tal cosa están favoreciendo la delincuencia,
al transmitir el mensaje de que el delito no tiene castigo y con ello
provocan el incremento de la tensión social, pues permiten que
aquellos que han entrado de forma ilegal y nunca han pagado im-
puestos se queden con las ayudas sociales que en cambio se les
niega a los que sí lo hicieron. Un sistema social de calidad solo es
posible si se tienen claros los límites. Es necesario que los países
de origen de estos inmigrantes asuman su responsabilidad y esta-
blezcan una política de control de natalidad por el que los naci-
mientos estén en consonancia con los bienes que puedan generar.
Pero lo más grave de todo es que los gobiernos europeos estén ig-
norando el suicidio de su propia población, al permitir que la na-
talidad descienda hasta niveles alarmantes, una sociedad que no
tiene hijos es una sociedad enferma. La verdad es que el feminis-
mo provoca en la mente humana, el mismo efecto que una píldora
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