siones del mal. Es decir que las excepciones de la justicia solo
existirían de forma legal, vinculadas sobre todo a las ventajas em-
presariales pero no a las conductas delictivas.
El bien es la luz, y la luz es el conocimiento y el progreso, por
ello es necesario que el sentido de la vida sea siempre hacia el
bien, aunque en ocasiones se pudiera considerar justificada una
conducta injusta, porque el mal y la injusticia no son exactamente
lo mismo, el mal no es algo que el universo necesite, es más bien
el precio que tiene que pagar por reciclarse y regresar a la igno-
rancia, pues se deriva de ella, pero la ignorancia es la consecuen-
cia de regenerarse y volver a vivir la vida universal de nuevo.
En este caso hemos analizado como sería una filosofía de la acti-
tud moral que considerase justificado admitir excepciones en la
conducta justa necesaria para la convivencia, sin embargo ya que
es cierto que en la mayoría de las cuestiones de la vida se conside-
ran lógicas las excepciones, de acuerdo a esta regla también se
podría considerar lógico admitir en este caso una excepción y
considerar que la justicia debe ser total y si excepciones, no se
podría considerar como una contradicción con la necesaria bús-
queda del equilibrio moderado e intermedio que por lo general es
el más adecuado, porque en este caso los actos injustos serían
considerados siempre erróneos y rechazables y por lo tanto fuera
de las reglas del uso excepcional de las cosas. En el universo no
todas las cosas que son posibles tienen por qué ser aceptables,
aunque sea como excepción, todo depende de que tengan sentido,
por ello el camino del progreso solo puede ser uno, evolucionar
de la oscuridad y la ignorancia que representa el mal, hacia la luz
que representa el conocimiento y la justicia.
La filosofía a favor de la justicia total también tiene su compleji-
dad, pues se basa en considerar como cierto el supuesto de la vida
eterna del espíritu y la repetición del cosmos indefinidamente has-
ta que todos los seres vivan mediante la reencarnación todas las
vidas posibles, es decir que el tiempo se repetiría pero en cada
nueva repetición se viviría un papel diferente del ciclo cósmico
anterior, entonces ya no tendría sentido ser injusto con los demás,
al vivir uno mismo algún día esas mismas vidas. Por otra parte en
el caso de tener sentido la teoría de las excepciones de la justicia,
no sería por cuestionar esto, sino por considerar que esos supues-
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