todos los colores son en esencia benignos, lo mismo se puede de-
cir con respecto a los números.
Por lo tanto podría decirse que aunque la justicia y la injusticia
fueran consideradas como dos fuerzas aceptables en términos ge-
néricos, el equilibrio perfecto en la conducta humana solo se en-
contraría separando estos conceptos en uno mayoritario y otro
minoritario, siendo por lo tanto la conducta justa la forma normal
de nuestro ser y solo teniendo esto claro nuestra mente puede en-
contrar su equilibrio.
Para explicar de una forma más clara la teoría de las excepciones
de la justicia podría decirse que sería como un esquema cuadrado
en equis en el que las líneas irían de arriba izquierda a abajo dere-
cha y de arriba derecha a abajo izquierda, en el triángulo derecho
y blanco se encontraría la justicia y en el triángulo izquierdo y ro-
jo se encontraría la injusticia, esto representaría los valores gené-
ricos absolutos, pero en la práctica la justicia ocuparía la mayor
parte de la superficie horizontal y la injusticia un mínimo pero
con más altura debido a que se expresarían en forma de mayoría y
minoría, podría decirse que es como si fueran dos esquemas, en
uno cuadrado con una equis en el centro, se expresan solamente
los valores absolutos, en el otro rectangular, o también ovalado
como la forma de una galaxia, se muestra la forma en la que se
expresa normalmente ya que lo hace mediante porcentajes de ma-
yoría y minoría. En cambio cuando nos referimos a la relación en-
tre el bien y el mal se trataría del mismo planteamiento pero en
este caso el esquema estaría girado situándose el mal de color ne-
gro en la parte inferior y el bien de color blanco en la parte supe-
rior, en este caso es diferente porque el mal a diferencia de la in-
justicia siempre sería rechazable sin excepción, por ser una con-
ducta equivocada. Por lo tanto en el caso de considerar lógica la
teoría de las excepciones la justicia se debería plantear como la
norma moral habitual, las posibles excepciones se darían de forma
excepcional y el mal como ya hemos dicho siempre sería recha-
zable.
Se puede decir entonces que aunque la justicia y la injusticia tu-
vieran valores absolutos iguales en la práctica se distribuirían en
planos completamente diferentes y separados definiéndose en este
caso la injusticia en un plano vertical y la justicia en un plano ho-
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