clima europeo era cada vez más cálido y por lo tanto más seme-
jante al que tenía el homo sapiens en África.
Esto demuestra que vivir en un clima ideal favorece la mejora ra-
cial, pero en la actualidad ese es un tema del que no se puede ha-
blar excepto si es para negarlo, pero no por motivos científicos
sino políticos. Por eso, me parecen despreciables aquellos que
aceptan la existencia en el pasado de especies con diferente nivel
de evolución, pero que al mismo tiempo niegan la posibilidad de
que puedan existir razas mejores que otras en la actualidad, por-
que teniendo en cuenta la época de pro mestizaje en la que vivi-
mos desde que terminó la segunda guerra mundial es evidente que
aunque esas pruebas se conozcan sin duda no se darán a conocer.
La realidad es que no solo existen especies o razas mejores que
otras, sino que incluso dentro de una misma raza pueden encon-
trarse estas diferencias. Una prueba de ello es la diferente canti-
dad de vello corporal que tienen las personas, pues aunque la ma-
yoría de la gente tiene poco, sin embargo existen excepciones a
esta regla, la explicación es simple y es que desde que el ser hu-
mano comenzó a usar ropa el vello corporal comenzó a desapare-
cer para producir una versión humana mejor, con el tiempo las
personas con mucho vello sin duda desaparecerán, pero no porque
se haga nada contra ellas, sino por el proceso de selección que la
naturaleza lleva haciendo desde hace miles de años.
Este es un ejemplo de la diferencia que existe en la calidad gené-
tica de las personas, pero el más llamativo de todos es la mayor
belleza de la raza europea con respecto a las otras. Esto puede ser
algo evidente, pero sin duda será rechazado por muchos, pero no
porque tengan razones para ello, sino porque cuando los prejui-
cios son los que condicionan nuestra mente entonces la gente será
capaz de llamar noche al día y día a la noche con tal de no reco-
nocer lo evidente.
Lo que nosotros llamamos razas, no es otra cosa que una acumu-
lación de diferencias genéticas lo bastante grandes como para re-
sultar diferenciables, pero cada persona es la suma de miles de
genes distintos unos más evolucionados y otros más primitivos,
por ello, el progreso de la genética no es solo el que pueda deri-
varse de las diferencias que puedan existir entre las distintas razas
sino sobre todo por la paulatina eliminación de los genes más
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