Mis ideas filosoficas 2 | Página 37

lo que producen los demás. Por lo tanto es necesario revisar aque- llas cosas que estén mal en la economía para que funcione depen- diendo de sus propios recursos, evitando sobre todo la corrupción y los despilfarros innecesarios. Un ejemplo de ello lo tenemos en el fraude presente en la sanidad pública, pues no es lo mismo des- tinar un dinero a atender a los enfermos que cerciorarse de que ese dinero va realmente al fin para el que fue destinado, pues en muchos casos se pierde en una sobrevaloración injustificada de los tratamientos, o por el monopolio de los intermediarios que participan en la sanidad. Este es un sistema sanitario demasiado interesado en comprar medicamentos, pero poco interesado en cu- rar enfermedades. Pretenden proponerse a sí mismos como un sustituto de la religión cuando nunca ha existido una nación en la que ese modelo políti- co haya beneficiado a sus ciudadanos, se apoyan en frases popu- listas afirmando buscar el bien de los trabajadores pero solo am- bicionan el poder para crear una dictadura, ellos destruyen todo lo que tocan porque lo único que hay en sus intenciones es egoísmo. Porque no hay cosa más despreciable que robar a un pobre y eso es precisamente lo que hacen ellos. Estos individuos afirman preocuparse por los derechos humanos, pero al mismo tiempo pi- den que los asesinos en serie condenados a cadena perpetua cum- plan tan solo una mínima parte de sus condenas, es evidente que cuando hablan de derechos no se refieren a los de las víctimas. Es cierto que una nación evolucionada se caracteriza por preocu- parse por todos sus ciudadanos incluso aquellos que se encuentran en una situación desfavorecida, pero esos populistas lo que pre- tenden no es ayudarles, sino servirse de ese argumento como pre- texto para hacerse con el poder, al mismo tiempo que destruyen su propio país. Porque una economía que progresa es aquella que recompensa el trabajo y no la vagancia y por ello es fundamental que en la medida de lo posible las ayudas no contributivas sean devueltas por los ciudadanos al estado, mediante la creación de un programa de trabajo. También es cierto que tratar de recuperar una economía mediante la reducción de los salarios es una solución ridícula y sobre todo pone en evidencia la falta de talento de la clase política, porque reducir el sueldo a quienes menos ganan lo que provoca es una 37