Mis ideas filosoficas 2 | Page 26

mentable que el ser humano tienda tanto a hacer las cosas en ma- sa, como si respondiera a un impulso hipnótico que le obligue a hacerlo, condesciende con los espectáculos organizados por los ayuntamientos aun sabiendo que no son otra cosa en una exhibi- ción de alcohol y consumismo. Este comportamiento, más se pa- rece al de una manada de ñus en la selva que a un grupo de perso- nas inteligentes. Lo mismo ocurre con los fuegos artificiales, es sorprendente que a la población le interese algo que en esencia no es más que una simple sucesión de explosiones más parecido a un bombardeo que a una fiesta, sobre todo si tenemos en cuenta que hay una parte de la población como los niños pequeños o los ani- males que son cruelmente atormentados por estas explosiones sin que a nadie parezca importarle. Por ello, sería razonable que la sociedad aplicase en esta cuestión un poco de cordura y se decida a realizar las actividades ruidosas solo en las salas insonorizadas creadas para ello. Los ayuntamientos tienen el deber de ser neu- trales y negarse a convertir las calles en simples tabernas o disco- tecas, aunque sea de forma temporal, su deber es considerar la sa- lud pública y los derechos al descanso como sus prioridades y no el mero afán de lucro que estos escándalos representan. Una so- ciedad evolucionada se caracteriza por saber que los intereses de una parte no se tienen por qué imponer a los demás. LOS FALSOS ECOLOGISTAS Hoy en día estamos acostumbrados a ver multitud de manifesta- ciones ecologistas pero ¿cuántos de esos supuestos ecologistas lo demuestran con los hechos y no solo con las palabras? Porque es muy fácil acusar a los políticos de todo, pero es más difícil de- mostrar lo que se dice con los hechos. ¿Cuántos de los que acuden a las manifestaciones compran conti- nuamente ropa que no necesitan y después tiran la ya usada estan- do todavía en buen estado, o se compran ropa rota cuando sería más lógico comprarla nueva y desgastarla con el uso? 26