Mis ideas filosoficas 2 | Page 18

recer el mestizaje racial, esto sí que es un auténtico crimen contra la humanidad, pero pocos lo quieren reconocer con tal de no cues- tionar los tópicos preestablecidos. Después de la guerra los norteamericanos y franceses se sirvieron de su supuesto apoyo al mestizaje para justificar sus campañas imperialistas, afirmaban que el hecho de permitir el mestizaje dentro de sus fronteras les daba derecho a invadir los territorios de las demás razas, de esta manera hacían lo contrario de lo que de- cían proponer, es decir invadir y explotar esos territorios, según ellos por su bien, cuando lo que les movía verdaderamente era la codicia, como ocurrió en la invasión de Irak, en que se utilizaron mentiras para poder justificarla y así poder apropiarse de su petró- leo, es cierto que una democracia es mejor que una dictadura, pe- ro eso no se puede utilizar como excusa para hacer lo que les dé la gana y destruir un país, cada nación debe ser respetada para que pueda evolucionar por sí misma sin imposiciones pretenciosas, además estas injerencias solo sirven para dar argumentos a los grupos extremistas. Con estos comportamientos condenan a occi- dente a perder su cultura solo por el afán de más dinero, como si los principios éticos no tuvieran ningún valor. Crean de esta ma- nera una mayor tensión social al intentar imponer las mezclas ra- ciales pero sin preocuparse verdaderamente por los derechos hu- manos. Lo justo sería volver a la razón y entregar a cada minoría étnica un territorio dentro de los Estados Unidos según el porcen- taje que le correspondiera y que cada raza pueda crear así su pro- pia nación libre. Lo ideal sería que en todo el mundo se respetasen las fronteras raciales, para evitar así el riesgo de que unas razas puedan interferir en los asuntos de las demás. Pero eso solo podrá ocurrir cuando se asuma que el mestizaje no ayuda a la humani- dad, sino que favorece la explotación de unas razas sobre las otras además de destruir la identidad propia de cada raza. Es necesario que aquellos que crean en la defensa de la integridad racial se desvinculen por completo de la época nazi y comprendan que la defensa de la propia raza no tiene por qué estar en contra- dicción con el respeto a los derechos de las demás. Tampoco hay que olvidar que la primera víctima de una guerra es la verdad del perdedor, sus aciertos son considerados defectos y los defectos del vencedor son considerados virtudes, es necesario analizar las 18