MIS HISTORIAS MARRUECAS LIBRO de HISTORIAS MARRUECAS | Page 58

Este señor estaba hospedado en el hotel de nuestra familia, en dicho Hotel España. Por su aspecto era de tener aproximadamente 60 años, sabíamos que era funcionario de Hacienda, pero de que su trabajo en Aduanas no lo sabía. Esto no me sorprende, ya que esta ciudad estaba en la misma frontera, con el Protectorado Francés en una ciudad llamada Arbáua, a unos 4 kilómetros… muy próximo también a la ciudad de Tánger. Lo conocíamos como DON CAMILO. Con él, establecí una sencilla amistad, porque yo era el sobrino de Felipe, tenía veintitantos años, yo pensaba que era persona muy sencilla y para mí me fue fácil establecer amistad. Las conversaciones recaían sobre mi trabajo, como era de un soldado-escribiente en Marruecos, un país exótico, al que tanto añoro en estos tiempos. Ya no me gusta tanto, sus ciudades son modernas, añoro aquel país exótico, distinto. El auténtico Marruecos, su ambiente, sus costumbres y hasta de sus olores. Nunca hablé con él de su famoso hijo, del que ya corrían ríos de tinta. Tanto de sus grandes éxitos literarios como...de sus extravagancias. Cuento esto porque, aunque tenía idea de que podía un ser cercano pariente, no tenía yo la seguridad de que fuera su señor padre. Esto lo he comprobado navegando en Internet y ver la corta biografía con el que inicio este sencillo relato. 58