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En esa fecha que señalo había una familia de emigrantes que
por motivo de una crisis de trabajo tuvieron que coger los
“bártulos” y a sus siete componentes, se trasladaron a la
entonces internacional ciudad de Tánger. Esta familia estaba
compuesta por el matrimonio Pablo Arroyo Toscano y
Carmen Serrano Mora, con cinco de sus hijos.
Con el tiempo y a base de trabajar mucho, los miembros de
la familia Arroyo-Serrano, consiguieron situarse y volver a
emprender en su nuevo estado de ciudadanos fuera de sus
raíces, lo que no es del gusto de nadie pero, que por las
circunstancias descritas le impusieron a la familia Arroyo el
de emprender esta aventura.
A Rosario le tocó tomar las riendas de la familia por el
fallecimiento prematuro del padre y del hermano mayor
llamado Salvador y puso un Taller de Costura que fue muy
aceptado por la comunidad, tanto española como por la
hebrea y consiguió que su Taller fuera punto de referencia
de una parte importante de la alta sociedad tangerina.
Las autoridades que gobernaban Tánger, representadas por
cuatro países, entre ellos España, le propusieron a Rosario la
instalación de un taller de alta-costura para la enseñanza de
jóvenes tangerinas de las tres comunidades antes descrita.
Este taller, estuvo funcionando por algún tiempo, en la
misma residencia de la familia Arroyo Toscano y Serrano
Mora, mis abuelos maternos. Su carácter de enseñanza
gratuita y de lo que Rosario no recibió un céntimo por su
altruista dedicación.
Rosario, con el resto de la familia que quedaba en el ya
Marruecos independiente, principio de años de la década de
1960 se tuvieron que volver a su pueblo, a Cabra y murió a
la avanzada edad de los 84 años y quien la conoció vio en ella
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