MIS HISTORIAS MARRUECAS LIBRO de HISTORIAS MARRUECAS | страница 102

Pero volvamos a lo del llamado TERTIB. Yo creo que era mayoritariamente un Impuesto Agrícola. Se confeccionaba un censo en todos los poblados o en duares y otras propiedades rurales. Entonces se procedía a repercutir con un Impuesto o gravamen, sobre la producción agrícola, sobre árboles frutales, tierra calma, olivos, medidas de trigo y demás cereales, etc. etc... Este censo se extendía a toda la zona de Alcazarquivir, o como se le denominaba allí “Alcázar-Fracción”, esta fracción o comarca le correspondía los poblados de Auámara, Taatof, T´lata de Reisana, Mexerab y alguno más. Se trataba pues de un trabajo extraordinario que nos correspondía hacer por Ley. También nos ayudaban de forma importante la Policía Rural o Mejaznía Armada. Este censo lo coordinábamos nosotros con todo el personal de la Intervención Comarcal, funcionarios y resto de empleados, incluidos nosotros los soldados-escribientes. El trabajo duraba varios meses y una vez cobrados estos impuestos, un tanto por ciento de lo recaudado, se repartía proporcionalmente a la categoría de cada empleado. A mí me correspondieron 7.500 ptas. ¡De aquellas pesetas! de los años cincuenta... Una pequeña fortuna para mí. Por consiguiente, esta gratificación me vino como “agua de lluvia en desierto” ... Esta misma cantidad de 7.500 pesetas fueron las mismas que empleé para la compra de los muebles en Lucena cuando nos casamos Otilia y yo…Unos cuatro años más tarde. Se los compré a la firma Mueble Osuna, el cual nos fabricó un dormitorio y un comedor estilo colonial... Que en aquellos tiempos causó sensación de quien los vieron y que fueron muchas personas que el mismo fabricante nos mandaba a otras parejas de novios a nuestro piso para que los vieran. 102