MIRADAS PERU # 73 | Page 46

En un inicio antes de dedicarme a este apasionado mundo de la hospitalidad pensaba que administrar un hotel era algo sencillo, simple, como sumar uno más uno, solo veía una parte claro, la del huésped o el cliente y nunca pensé en todo lo que había detrás, hasta que algunas buenas decisiones me llevaron a estar del otro lado, y el panorama cambio definitivamente.

Gestionar una empresa hotelera conlleva muchos retos, hay que ser un poco de todo, psicólogo, abogado, contador, chófer, ama de casa, estadista, militar, jardinero, arquitecto y mucho más, des- pues de 23 años en hoteles lo garantizo y tanto tiempo en la industria hacia que propietarios de hoteles así como amigos del sector me consultaran por diversas situaciones o inquietudes que se les iban presentando, desde tomas de decisiones en adquisiciones para su establecimiento, factibilidad de inversión en determinada zona o quizás que menú sería el más apropiado para el almuerzo o como distribuir a su equipo de la mejor manera, claro yo también consultaba por muchas cosas más, empezaba a realizar comparaciones y buscar el éxito con los demás.

Si me preguntan ahora si gestionar un hotel es fácil? Mi respuesta será no, hoy muchos propietarios de hoteles pequeños e independientes no cuentan con las herramientas de hoteles de grandes cadenas, con un sistema de gestión que permite identificar fortalezas y debilidades, que analiza tus ingresos u optimiza tus egresos, que observa el crecimiento del mercado a niveles de detalle que no podría uno imaginarse o que capacita a capital humano, en quienes muchas veces recae el éxito o a veces el fracaso.

En el Perú un gran porcentaje de hoteles o establecimientos de hospedaje tanto en Lima como en provincias es gestionado por personas o inclusive familias que en muchos casos no cuentan con un know-how hotelero ya que no necesariamente es su principal actividad económica o no tuvieron la oportunidad de desarrollar o crear una gestión adecuada a la expectativa del huésped o cliente en un mercado tan competitivo como el actual.

Hoy debemos gestionar empresas hoteleras que permitan desarrollar un destino turístico, y por ende el desarrollo no solo del país, sino de la misma comunidad, ofreciendo un servicio que cubra las expectativas, implementando un espacio acorde a nuestros recursos, buscando siempre el bienestar y la comodidad del visitante, debemos adaptarnos a la nueva tecnología, utilizando herramientas que nos permitan ser más competitivos e invertir en el recurso más importante, el capital humano.

A través de GHP venimos asesorando con éxito diversos hoteles y tenemos la firme convicción que logrando los objetivos planteados con cada uno seremos parte del desarrollo de turismo en el Perú. Y si, Gestionar un Hotel, será más fácil.

Diego Castro Hemala

Director Ejecutivo en

Gestión de Hoteles

del Perú - GHP

Llegué al aeropuerto de Milán, Malpensa. El vuelo, desde Barcelona, duró una hora y cuarenta minutos y me costó 80 euros en Vueling, que es una aerolínea económica. Existen trenes con conexión al metro de Milán, por eso me fue fácil salir del aeropuerto y llegar al centro de la ciudad, que está a unos 35 kilómetros.

Milano, en italiano, es la segunda ciudad más poblada de Italia con un millón y medio de habitantes aproximadamente. Se le conoce también como la capital de la moda por ser una de las ciudades más cosmopolitas de Europa. En esta ciudad se encuentra la Bolsa de Milán, lo que la convierte en el principal centro financiero del norte de Italia y por ello cuenta con cuatro líneas de metro que surcan toda la ciudad. Esta se torna imponente dado que en ella se ubican los rascacielos más altos de Italia.

Además de ser sede de una de las principales ferias del mundo, la Feria de Milán, esta ciudad se encuentra engalanada de innumerables museos, monumentos, palacios, plazas, parques, galerías e iglesias que la hacen sumamente atractiva para todo visitante ávido de modernidad, pero también de historia. Es tan copioso su legado cultural que te fascinará recorrer cada calle que combina lo contemporáneo con las construcciones renacentistas.