MIRADAS PERU # 73 | Page 22

Domingo de Ramos:

“El Señor del Borriquito”

La Semana Santa en la época colonial comenzaba el Domingo de Ramos, con la bendición de palmas y ramas de olivo y por la tarde salía la procesión del “Señor del Borriquito”. Esta procesión era muy concurrida por el pueblo. En Lima, salía de la ermita del Baratillo cerca de la plazuela del mismo nombre en el distrito del Rímac, lugar donde existió una capilla que fue derrumbada en 1907. De allí salía la imagen de Cristo montada en un “burrito de madera” y recorría parte del malecón, el puente y daba la vuelta a la plaza mayor, pasando frente al Palacio Arzobispal hasta llegar a la antigua iglesia de Desamparados, que se ubicaba en los actuales jardines de Palacio de Gobierno. Mientras que en el interior del país, Jesús llegaba en un “borrico vivo”, provocando una gran agitación y fervor en las parroquias. A veces el animal iba acompañado por un pollino, siendo ambos alimentados y cuidados con esmero todo el año para esta importante tarea.

Jueves Santo:

“El Paso de la Cena y los Monumentos”

En época colonial, en Jueves Santo se realizaba el “Paso de la Cena” en algunas iglesias. Para ello, se necesitaba la imagen de los doce apóstoles y la de Jesús. Solo las iglesias grandes realizaban esta representación porque contaban con esculturas de los apóstoles sentados a la mesa. Las imágenes eran colocadas al lado del altar mayor en una mesa decorada. Allí se podía observar a Judas Iscariote con la cara encendida y con un ají en la boca. Ese día las iglesias exhibían los “monumentos”, grandes altares llenos de cirios, candiles y luces. Mientras que en la Catedral, el Arzobispo lavaba los pies a doce pobres y les invitaba un gran almuerzo.