El lugar está rodeado de acogedoras cafeterías, tiendas de souvenirs, boutiques, restaurantes y bares, el centro del pueblo es un recorrido obligatorio. Un paseo por el mercado pesquero, que abre todos los días y está ubicado en el malecón, es la mejor alternativa para conocer la dinámica de la vida local.
Existen varias actividades que se pueden realizar por cuenta propia, sin embargo, hay otras en las que es obligatorio tomar un tour y viajar acompañado por un guía certificado del Parque Nacional.
Para aprovechar mejor el tiempo y disfrutar de la isla de manera económica y ágil, lo mejor es caminar hasta la Playa de La Estación, la más cercana al centro, se encuentra en la vía que conduce hacia la Estación Científica Charles Darwin, donde un pequeño sendero interpretativo permite ver de cerca el cuidado de las tortugas.
Caminar junto a las míticas tortugas gigantes o estar cerca de los curiosos e inquietos lobos marinos o explorar espectaculares paisajes volcánicos, son apenas unas pocas actividades memorables.
La mayoría de turistas deciden las caminatas como alternativa, pero hay otras opciones. Hasta el centro de Puerto Ayora lo hicimos a pie, pasando primero por un pequeño espacio que muchos lo comparan con un Jardín de Cerámica, pero en realidad es una expresión artística urbana que surgió como una acción de resiliencia, después del terremoto.
Cerca del lugar está el muelle de pasajeros de Santa Cruz, desde el que puedes tomar un bote-taxi para cruzar al otro lado y llegar a Las Grietas. Este trayecto toma unos 20 minutos, pasando primero por la playa de los alemanes, la cual se recomienda dejar para el regreso.
LAS GRIETAS Y TORTUGA BAY
Cactus gigantes, roca volcánica, paisajes inhóspitos, son parte de una fractura volcánica que se extiende desde Punta Estrada al extremo oeste de Bahía Academia y se prolonga por varios kilómetros, tierra adentro.
Como su nombre lo indica, se trata de una grieta angosta con varios km de longitud y con enormes paredes rocosas, por el centro pasa el agua y es un sitio ideal para el snorkel. Aquí se mezcla el agua de lluvia con la del mar, quizás por tal razón y porque el sol no penetra directamente, su temperatura siempre es agradablemente baja.
La salinidad del agua depende de la marea y de las lluvias de los días anteriores. A simple vista, parece agua dulce y está tan fría como aquella que desciende de las montañas entre las rocas.