INCREMENTA TU
HUERTA URBANA
EN CUARENTENA
La cocina es una fuente casi inagotable de recursos para un huerta urbana. La gran mayoría de los desperdicios que terminan en el tacho de la basura tienen una aplicación casi inmediata en la agricultura. Y por tanto también en cualquier huerta. Es la manera perfecta de cerrar el círculo: de la huerta a la mesa y de la mesa a la huerta.
Cáscaras de fruta, cáscaras de papas y restos de verduras constituyen un abono perfecto, previamente sometidos al compostaje.
Este proceso tiene un pequeño inconveniente, y es que no todos contamos con las condiciones adecuadas para llevarlo a cabo. Requiere algo de espacio, aunque no demasiado, y sobre todo puede generar olores u otras pequeñas incomodidades que hacen que el balcón de un piso no sea el escenario más propicio para instalar una compostadora.