COMUNICACIÓN DE GNOSIS UNIVERSAL!
La unidad y la fijeza de sus principios
deben también distinguirlos de los
filósofos, cuya diversidad de opiniones
inspira naturalmente la desconfianza de
sus diferentes sistemas y lo mismo se
puede decir sobre la palabra filosofía,
de la que tanto se ha abusado hasta
ahora. Pues si la filosofía, tomada en
general, reafirma en su seno todas las
verdades conocidas, también encubre
los errores más peligrosos. Pidamos por
los
que
se
entregan
inconsideradamente a la enseñanza de
la verdad sin haber recibido la llama que
sólo la sabiduría eterna puede dar
cuando lo pedimos con sinceridad, sea
para iluminarnos a cada uno en
nuestras tinieblas, o sea para iluminar a
continuación a nuestros semejantes, si
esta sabiduría los juzga dignos de ella.
El teósofo es aquél, o aquella, que
tiende a contemplarse en el espejo, a fin
de reflexionar sobre la verdad, la vida y
la sabiduría. Esta transformación se
consigue por purificaciones sucesivas
!
del cuerpo y del alma, de los cuerpos y
de las almas; se consigue en la
iniciación interna de la cual la iniciación
externa es a menudo el símbolo, o más
raramente el medio. Según esto nos
purificamos separando el mal que está
en nosotros y en el que Dios no está.
Separándonos de esto, nos
aproximamos al camino, a la verdad, a
la vida, es decir a Dios, que es nuestro
principio".
MAYO, 2015
conocerla, que vence todos los
obstáculos que se presentan para
cerrarle la salida; y no debe parecer
sorprendente que éste deseo sea
necesario, pues es positivamente el
pensamiento contrario a éste deseo el
que aleja a todos los que buscan entrar
allí" (1).
NOTAS:(1) Instrucciones a los hombres
de Deseo: Documentos Martinistas,
París 1.979, nº 1, pág. 1.
4. El motor de la iniciación, de la
purificación, es el deseo.
5. Puesto que el Martinismo es una
teosofía, y como el Martinista es un
"El primer principio de la ciencia que hombre o una mujer de deseo, el
cultivamos es el deseo. En ningún arte objetivo del Martinista será el del
temporal, ningún artesano jamás ha teósofo: la iniciación. Esta consiste,
triunfado sin una asiduidad, un trabajo y según Saint-Martin, en la reintegración
una continuidad de esfuerzo para llegar a nuestro origen, que es Dios.
a conocer las diferentes partes del arte
que se propone abrazar. Sería por lo 6. El medio de iniciación es la Teúrgia.
tanto inútil pensar que se puede El Martinista es un teúrgo. La teúrgia
conseguir la sabiduría sin deseo, pues une en el trato con los ángeles, estos
la base fundamen-tal de ésta sabiduría espíritus intermediarios entre el hombre
no es nada más que un deseo de
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