COMUNICACIÓN DE GNOSIS UNIVERSAL!
MARZO, 2015
espiritual, moral y física de la
humanidad.
Es de ella (la piedra) que brota la chispa
neumática, y fluye también el agua
sanadora según Carl G. Jung. En el
Rosarium Philosophorum se comenta:
“Es el agua la que mata y vivifica
(resucita)”. Ella tiene la propiedad de
transmutar los metales más comunes en
el extraordinario y potente Oro
Alquímico. El Magnum Opus intenta
encontrar la medicina universal, la
panacea que al ser sublimada se
transforma en la Fuente de la Juventud,
en el Elixir de larga vida y en la llave de
la Inmortalidad. Aquí está el sentido
esotérico del viaje de Gilgamesh…El
adepto (adeptus—el que ha conseguido)
recibirá el Gran Arquitecto del Universo,
la Iluminación, la Omniscencia,
Omnipotencia y el Gozo del Amor
Divino. ¡Amor a la humanidad! ¡Paz!
Para trabajar la piedra es esencial viajar
hasta el lugar de la “mina”, la obra debe
comenzar en primavera “bajo los signos
de Aries, Tauro o Géminis''. Hermes
Trismegisto nos brinda amorosamente la
clave en su Piedra Esmeralda…es
tiempo de juntar o reunir piedras…
(Eclesiastés 3:5).
La piedra masónica tiene cuatro lados.
Es la esmeralda de los sabios. La piedra
pulida es el manantial de alegría, la
perfección consumada de sabiduría, el
poder puro y curativo de la madre tierra.
El trabajo es arduo, constante e interno.
Jean Palou, investigador masónico se
refiere a la piedra de la siguiente forma:
“La piedra bruta queda como uno de los
símbolos fundamentales de la
francmasonería. De manera general, los
autores masónicos han transformado
ese símbolo en una alegoría moral, muy
a menudo utilitaria. Ellos asimilan el
nuevo masón, el aprendiz, a una piedra
bruta, que le será necesario trabajar a él
mismo y sobre sí mismo mediante una
tarea constante, puramente interior…la
piedra bruta (el aprendiz) es una
individualidad…que deberá
desembarazarse en fin de todas sus
asperezas (la piedra tallada) e
integrarse en el edificio global que forma
la masonería”.
La piedra es una hierofanía pues revela
una realidad sagrada, oculta, que la
trasciende. Decían los antiguos
Alquimistas: “Visita interiora Térrea
Rectificando que Invenies Occultum
Lapidem”; (Visita el interior de la tierra y
purificando encontrarás la piedrafilosofal). Este es el famoso vitriolo de
los alquimistas. En la piedra se
encuentra la esencia de la floración
aurea o flor de oro. El “lapis
philosophorum” o piedra de los filósofos
es el rebis o “cosa doble”. Es mercurio
como “agua permanens” y argentum
vivum o plata. Para los antiguos, según
Carl G. Jung, la piedra era conocida por
diversos nombres: “agua nostra,
mercurios vivus, argentum vivum, vinum
ardens, agua vitae, succus, lunarie,
etc.”. A sus cuatro lados como piedra
cúbica le corresponden 7 puntos: 7 x 4 –
28 + 28 + 4 puntos en su base = 32…
Más el punto del ápice = 33. Éstos son
los grados de la masonería filosófica
análogos a las vértebras de la columna
vertebral, por eso la piedra es el
Hombre o el masón. Según los judíos en
la Kabbalah, Dios creó al mundo por los
32 senderos secretos de la sabiduría, en
el Sefer Yerizah; éstos 32 senderos se
definen como los “10 sefirotes beli mah”;
y las 22 letras elementales del alfabeto
hebreo se representan como el
fundamento de la creación integradas a
la teoría de la Emanación.
La materia de la piedra es la esencial
sustancia de la transformación o del
arcano, su base está en el “lugar
germinal del cuerpo de diamantes en la
floración aurea”. Azo \