MINERVAS abril 2015 | Page 22

COMUNICACIÓN DE GNOSIS UNIVERSAL! ser la pretensión de llegar a la Sabiduría por otra vía diferente a la del estudio, el conocimiento y la comprensión de la verdadera naturaleza de las cosas, de los fenómenos y de los seres). Sin el coraje para restablecer la verdad histórica sobre el origen de falsas o desfiguradas enseñanzas presuntamente espirituales; fomentando un tristísimo comercio de “toma y daca”, entre la Humanidad y un supuesto dios arbitrario y monstruoso que inventaron (un dios totalmente exterior al ser humano y a todo o que existe; un dios que daría a los seres, al nacimiento, condiciones de vida tan diferentes y exigiría a todos por igual, ofreciéndoles una sola vida para echar a suertes el cielo o el infierno, un dios manipulable por los ruegos de unos, y tan imposible al sufrimiento de tantos y tantos) mirando la Ciencia de soslayo, con recelo de que avance hasta conocimientos embarazosos para sus caducos edificios pseudo-teológicos, ¿Qué más podrían esas personas sustentar, sino que la vivencia espiritual no es una cuestión de demostración, y, por eso, privilegio únicamente de los que tiene “fe”? En tanto, por mucho que a algunos pueda sorprender, hay quien afirma repetida y claramente que, mucho más que demostrar, los dominios de la espiritualidad y de su vivencia son, sobre todo, una cuestión de comprender. Con este posicionamiento sí nos identificamos. Apreciamos que se salvaguarde la libertad de pensamiento y, más aún, de investigar. No se trata de querer reducir a Dios o a la espiritualidad a una mera curiosidad científica, donde no haya lugar para el amor, la compasión y para a fraternidad. No, de ninguna manera. Lo que queremos decir es que existe una Ciencia Espiritual (o Esoterismo), que investiga y se esfuerza por formular layes sobre los niveles internos y espirituales del Ser Universal y que, de ese modo, nada tiene que ver con sentimientos vagos e indefinidos, con una fe sectaria, con dogmas incomprensibles, y, por eso, ya de inicio inescrutables, o incluso, con pseudointerpretaciones absurdas. La espiritualidad puede y debe ser objeto de un conocimiento científico que disponga evidentemente de una terminología propia, tienda a investigar y entender de modo integral el Macrocosmos, el Microcosmos y las Leyes impresas en el Todo. El estudio, la reflexión y la investigación tal vez no constituyen un camino fácil. Con todo, este puede conducir más allá del error y de la creencia, y quien por él se rige vendrá ciertamente a experimentar que, allí donde se junta la grandeza de corazón y el brillo de la inteligencia, se abre hacia delante el camino de la Sabiduría. Dios, ¿un axioma (in)necesario? Leda - Leonardo Da Vinci En un extremo radicalmente opuesto, otra postura sustenta la idea de que “la Ciencia es el guardián avanzado del materialismo”. Para los que la defienden, cuanto más profundo llegue la investigación de los científicos sobre los secretos del Universo, tanto más el hombre dejará de tener necesidad de recurrir a la idea de Dios para explicar lo ABRIL, 2015 que ahora le parece misterioso e insondable. Dicen (por ejemplo) que, así como antiguamente se atribuía a la acción de los dioses fenómenos atmosféricos como los relámpagos y los truenos, o se interpretaba como un acto mágico el magnetismo de ciertos materiales, y hoy la Ciencia entiende y explica estos fenómenos, así acontecerá mañana con lo que actualmente nos parece extraño e incomprensible. En su concepción de la Ciencia, la idea de Dios es un axioma innecesario, estando por tanto condenado a desaparecer del corazón y la mente del Ser Humano. Siendo verdad que la ciencia y el materialismo se han dado muchas veces la mano, no olvidemos que una importante contribución a esa situación han venido de los entusiasmos (y de los entusiastas) de las aplicaciones del conocimiento científico a los dominios de la técnica. No poniendo en duda que los avances técnicos constituyen medios importantísimos para el desenvolvimiento de la calidad de vida en el planeta, nadie puede negar, por otro lado, que ellos han desencadenado modos de vida más preocupados por el “tener” que por el “ser”, distorsionando las posibilidades reales que el avance científico permite (máxime cuando no se pone al alcance de todos los beneficios de sus descubrimientos). Mucho menos se puede negar que varias de sus aplicaciones acarrean tremendos problemas… Añadiremos además que, en algunos casos, no es tanto la existencia de Dios la que es negada, sino su concepción antropomorfizada, aún predominante. Se preguntan “¿Dónde está ese dios que prete ndéis próximo, pero que asiste impávido al sufrimiento de los inocentes y deja que ocurran las guerras?” Esto es: se continua discutiendo el deseo de un Dios que actué objetivamente, que intervenga aleatoriamente, que altere el orden de las cosas a su favor y a favor de “los buenos”, o sea, siempre ¡De un Dios arbitrario (hecho a imagen y PAGE 22