COMUNICACIÓN DE GNOSIS UNIVERSAL!
ABRIL, 6013 A.L.
EL “OJO QUE TODO LO VE” ESPIRITUAL
Por Wallice Jusino
d e l a Ve g a , 3 2
KCCH.
R.L.
Esfuerzo No. 82 de
l o s Va l l e s d e
Salinas, P.R.
En la masonería “El ojo que todo lo
ve” es parte integral del simbolismo
general. En el mundo profano se le
llama también “El ojo de la
providencia”, pero a los masones se
nos dice que es el ojo de Dios, Gran
Arquitecto del Universo, que todo lo
ve. Este tipo de personificación del
GADU existe desde los tiempos del
antiguo Egipto, cuya cosmogonía
identificaba el concepto del Ojo con
una variedad de deidades
masculinas (si es el derecho) o
femeninas (si es el izquierdo).
Notamos aquí una aparente
dicotomía: por un lado el GADU es
personificado pero simultáneamente
los atributos de la deidad no pueden
ser examinados desde la
perspectiva de la persona humana,
o sea, que de ninguna manera es
analizable. Para entender este
acertijo simbolizado por el “Ojo que
todo lo ve” tenemos que remitirnos
a una práctica esotérica que es
poco conocida, la del simbolismo en
tres niveles. Tratemos primero este
tema y luego apliquémoslo al
símbolo del Ojo.
PA R A E N T E N D E R E S T E
ACERTIJO SIMBOLIZADO POR
EL “OJO QUE TODO LO VE”
TENEMOS QUE REMITIRNOS A
se ha usado en muchas órdenes en sí mismo otro símbolo para un
UNA PRÁCTICA ESOTÉRICA.
para identificar a un aspirante a concepto aun más profundo; es “el
Desde tiempos remotos ha sido
común que en las escuelas de los
misterios se usen analogías,
alegorías y mitologías para
transmitir conocimientos espirituales
a sus iniciados. A estos tres
elementos nos referimos aquí con el
término genérico de “simbolismo” o
“simbología”. Una de las utilidades
de la simbología es poder contener
en forma compacta un concepto
amplio. Por ejemplo, una rosa roja
admisión en los misterios. Puede
decirse que la rosa debe ser roja
para simbolizar el ardor que la
persona tiene en su búsqueda de
mayor conocimiento espiritual.
Generalmente ese simbolismo se
queda ahí: la rosa roja simboliza el
ardiente deseo del aspirante. Sin
embargo, también es cierto que en
muchos casos los símbolos
funcionan en tres niveles, o sea,
donde el concepto simbolizado es
símbolo del símbolo”. De tal
manera, el rojo de la rosa, por
ejemplo, podría significar que se
entiende que el candidato a
iniciación todavía vive centrado
primordialmente en su primer centro
energético (chacra identificado con
este color), por lo que se asume
(hasta que demuestre algo
diferente) que él es todavía
considerado un ser humano básico
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