Military Review Edición Hispano-americana Julio-Septiembre 2016 | Page 57
MEGACIUDAD
de la seguridad junto con la garantía de que no hubiera
otro levantamiento del al Mahdi, reforzaron la inclinación entre los líderes estadounidenses de librarse del
trabajo interminable que representaba la Ciudad Sadr.
El gobierno de Jaafari, influenciado por los sadristas,
rápidamente estuvo de acuerdo. Cuando el 3-15 IN
regresó al Fuerte Stewart, estado de Georgia en enero
de 2006, oficialmente transfirió al ejército iraquí su base
operacional avanzada y el AO de la Ciudad Sadr. Los
equipos de transición militar de EUA acompañaron a
los militares iraquíes por todo el distrito y las Fuerzas
especiales siguieron montando incursiones ocasionales,
pero el vecindario oficialmente se convirtió en una zona
prohibida para los estadounidenses cuando el gobierno
de Maliki más tarde prohibió, en octubre de 2007, a las
fuerzas estadounidenses el acceso a la misma15. En ese
momento, el ejército al Mahdi controlaba el distrito en
casi todos los aspectos y estaba en todo su apogeo de
poder e influencia.
El año 2008 trajo los primeros ataques eficaces y
coordinados contra el espectro de control del ejército
al Mahdi—el primero en la ciudad sagrada chiita de
Najaf, luego en el sur de Irak y Bagdad y, por último,
en la Ciudad Sadr. El gobierno de Maliki, habilitado
por los sucesos deliberados y fortuitos en el conflicto
iraquí, desafió el control del ejército al Mahdi asaltando
Basora con el ejército iraquí; en Basora se encuentra el
único puerto de aguas profundas de Irak y sirve como
centro de expedición marítima y contrabando. Esto
movilizó a las facciones conectadas a la red del ejército
al Mahdi en todo Irak para llevar a cabo un enfrentamiento contra las fuerzas del Gobierno. En la Ciudad
Sadr, el ejército al Mahdi comenzó a atacar con cohetes la «Zona Verde» internacional. Al estar la ciudad
de Basora bajo ataque y al derrotar rápidamente a las
fuerzas del ejército al Mahdi en el resto de Bagdad, las
fuerzas de la coalición se trasladaron a la Ciudad Sadr
para recuperar el control de la ciudad y lidiar con un
ataque, potencialmente mortal, contra el espectro de
control del ejército al Mahdi en la capital iraquí.
El 3er Equipo de combate de brigada, 4ª División de
infantería (3-4 BCT), bajo el mando del coronel John
Hort, al principio se centró en los barrios de Ishbiliya y
Habbibiya. Eran terrenos económicos clave del distrito
y fuente de gran parte de los recursos financieros del
ejército al Mahdi; también eran las únicas partes de la
Ciudad Sadr que estaban dentro del alcance máximo
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de los cohetes de 107 mm y de los morteros disparados
por el ejército al Mahdi en la Zona Verde. Así como en
2004, negarle el acceso al ejército al Mahdi del mercado
Jamila y los puntos de fuego indirecto, severamente
perjudicaría tanto el espectro de control del ejército al
Mahdi dentro de la Ciudad Sadr como su capacidad
de contribuir como piedra angular del levantamiento
nacional sadrista más grande16.
Al desplazarse en el área, el 3-4 BCT inmediatamente encontró el mismo ataque entusiasta masivo
pero tácticamente tosco que la Fuerza de tarea Lancer
había enfrentado años anteriores. En la feroz y sostenida lucha callejera, los vehículos ligeramente blindados,
entre ellos Humvees y Strykers, no pudieron soportar los inevitables ataques con granadas propulsadas
por cohetes y dispositivos explosivos improvisados.
Nuevamente, fueron solicitadas fuerzas más pesadas
para reforzar los esfuerzos de EUA17.
En la segunda fase de la operación denominada
Gold Wall, se construyó un muro de hormigón, T-Wall,
de cinco kilómetros a lo largo de la calle al-Quds. Como
en 2004, esto físicamente evitó la infiltración del ejército al Mahdi en el mercado Jamila y fue como meterle
«el dedo en el ojo» a su aparente espectro de control.
Desesperados por impedir la terminación del muro, los
combatientes del ejército al Mahdi se lanzaron contra
las defensas preparadas por el 3-4 BCT. En el transcurso de 6 semanas, las fuerzas estadounidenses e iraquíes
eliminaron un estimado de 700 combatientes y varios
líderes clave del ejército al Mahdi18.
Los soldados del 3-4 BCT se beneficiaron de una
serie de habilitadores provenientes de una red integrada de capacidades y autoridades sin precedentes para
el control de una brigada. Esto incluyó un apoyo aéreo
cercano de ala fija de la Fuerza Aérea de EUA, vehículos aéreos no tripulados MQ-1 Predator y una variedad
de drones armados y desarmados, equipos de armas
aéreas AH-64 Apache y varios sistemas de cohetes
de lanzamiento múltiple disponibles. Además, hubo
amplio apoyo de las Fuerzas de operaciones especiales,
radares de contrabatería, sensores de cámara aerostatos
de rápida utilización inicial (RAID) y otros recursos de
inteligencia y vigilancia. Estos fueron integrados de una
manera que vincularan las capacidades a las unidades tácticas en el terreno y fueron usados de manera
innovadora y sinérgica para aprovechar al máximo sus
efectos19.
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