Military Review Edición Hispano-americana Enero-Febrero 2015 | Page 43
EL ARTE DE SER UN SEGUIDOR
sin llevar a cabo un análisis crítico sino participar con
el líder superior por el bienestar de la institución”
.14
Ira Chaleff, autor del libro titulado The Courageous
Follower, es otro investigador clave sobre el tema del
arte de ser un seguidor. Chaleff usa las fuerzas armadas
para proporcionar ejemplos en su libro sobre la ética
de virtud —ejemplos como las guardias en los campos
de concentración en la Segunda Guerra Mundial y el
teniente Calley y su pelotón en el incidente de My Lai
en Vietnam— para explicar los distintos niveles de la
relación que existe entre los líderes y seguidores.
En el modelo de Chaleff sobre el arte de ser un
seguidor, se destaca que el incumplimiento de una regla
selectiva es un atributo clave de un seguidor valiente:
“No es ético incumplir una regla solo por conveniencia o ganancias personales, ni es ético cumplir o hacer
cumplir las reglas si impiden el logro del propósito de
la organización, los valores de la organización, o la decencia humana básica” Los seguidores deben tener el
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valor de oponerse al jefe si los acontecimientos requieren que así lo hagan por el bienestar de la organización.
Chaleff también destaca que las organizaciones que
cuentan con seguidores valientes no necesitarán personas que proporcionen información sobre las actividades
ilegales de sus oficiales superiores porque los seguidores
cumplen sus deberes de evitar que los líderes tomen
decisiones poco éticas.16
Una de las declaraciones clave de Chaleff es que “la
proximidad y valentía son las variables críticas en la
prevención del abuso de poder”
.17
El desacuerdo en el arte de ser un
seguidor
El desafío para los seguidores es hablar con sus
oficiales superiores, mirarlos a los ojos y decirles que
están en desacuerdo con una decisión. El Ejército tiene
algunos líderes superiores que no valoran, reconocen
ni desean que alguien desafíe su autoridad. Perciben las
preguntas sobre su toma de decisiones como una crítica
a los detalles, en lugar de un desacuerdo analizado.
Sin embargo, la moralidad y la ética requieren que los
buenos seguidores den sus opiniones, recomendaciones y buen juicio a sus oficiales superiores, mediante el
razonamiento crítico y eficaz.18
El teniente coronel, Mark Cantrell, Cuerpo de
Infantería de Marina de EUA, escribió un artículo
sobre el disentimiento militar en el cual dice que los
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seguidores deben estar seguros de que tienen todos los
hechos fundamentales y de que el jefe está equivocado
antes de exponer el asunto y proporcionar la información y orientación correcta al jefe por su propio bienestar y perspectiva futura.19 Las fuerzas militares trabajan
en una distinta cadena de mando para las operaciones
cotidianas, y la cultura militar fomenta la colaboración
con el jefe antes de recurrir a un nivel más alto que el
del jefe mismo en dicha cadena de mando. Se espera
que el disentimiento leal siga una pauta ética para
mantener una cadena de mando eficaz. El circunvenir
la cadena de mando, casi siempre, es desalentado. Esto
puede resultar en pocos seguidores valientes.
Las oportunidades de educación
militar
Podrían haber muchas oportunidades para enseñar
la ética y el arte de ser un seguidor en todo nivel de la
Educación militar profesional. Los cursos básicos para
oficiales incluyen clases de liderazgo, pero no hay casi
ninguna clase académica formal en la que se discutan
los conceptos del arte de ser un seguidor. Hay pocas
lecciones sobre cómo proporcionar retroalimentación
negativa a un jefe cuando se considera que el mism