MILAGRO PARA EL ACUFENO PDF DESCARGAR GRATIS 2020 | Page 37

39 EL OÍDO INTERNO A medida que continuamos nuestro recorrido a través del oído, revisemos lo que ya hemos tratado. Los sonidos creados por la compresión y la rarefacción en la atmósfera son recepcionados por nuestros oídos - a saber, los pabellones auriculares o protuberancias externas del oído externo. Este sonido viaja a través del conducto auditivo externo en forma de embudo hasta llegar al tímpano. Esta membrana timpánica vibra en respuesta a las partículas del aire en movimiento que forman las ondas sonoras. Esta vibración pone en movimiento la Cadena de Huesecillos - las pequeñas estructuras óseas que transfieren la energía mecánica del sonido y la amplifican a medida que pasa a través de cada uno de ellos: el martillo, el yunque y el estribo. Una vez que el estribo recibe las vibraciones amplificadas, provoca presión sobre la cóclea y nos lleva hasta el oído interno. Hasta este punto, todo el sonido ha estado viajando a través del aire, que sabemos es mucho más fácil que viajar a través del agua. Pero en el oído interno, el sonido encontrará fluido por primera vez y la forma en que se desplaza hacia el cerebro cambia drásticamente. El oído interno es comúnmente llamado laberinto, debido a la cóclea en forma de concha que conforma el espacio. Gran parte del trabajo de escuchar se realiza en el oído interno, y es la última parada para los sonidos en su desplazamiento hacia el cerebro en forma de información. Página 39