Había una vez, en Cádiz, una panda de amigos que habían sido amigos desde la guardería. Sus padres y madres también se llevaban bastante bien.
Como todos los sábados por la mañana, quedaron para ir a la playa, para hacer castillos de arena, saltar las olas en la orilla, y los padres, para tomarse un café, o quizá dos. Siempre que iban a la playa, uno llevaba una excavadora de juguete; otro, una pala; y otro, un cubo.
Un día, estaban haciendo un gran hoyo en la arena, y de repente, uno de los niños gritó:
-¡He encontrado algo! ¡Creo que es un cofre del tesoro!
Todos corrieron a mirar en el gran hoyo, y entre todos, consiguieron sacarlo y depositarlo con cuidado en la arena. No pudieron abrirlo, pero un niño muy hábil lo consiguió con un clip. Dentro les aguardaba una agradable sorpresa, ¡millones de chuches, juguetes y más!
¡¡¡TODO UN SUEÑO PARA CUALQUIER NIÑO!!!
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