EJEMPLOS DE RESUMENES
Texto original
Los conejos de Nueva Zelanda son unos animales muy conocidos y llamativo por
su gran tamaño, generalmente utilizados para la reproducción de conejos de carne
y para ensayos en laboratorios, aunque también son una raza muy popular como
animal doméstico y no es raro verlos también en exposiciones.
El nombre de la raza puede engañarnos sobre su procedencia. Éstos no son
originarios de Nueva Zelanda, sino de Estados Unidos. Estos conejos blancos
hicieron su primera aparición en 1917 en América y no fueron importados a Gran
Bretaña hasta el año 1945.
Características del conejo de Nueva Zelanda
Un conejo de esta raza puede llegar a alcanzar los 6 kilos de peso, con unas patas
delanteras cortas, unas patas traseras grandes, unos pies pequeños y una cabeza
grande. Sus orejas presentan un pelaje mucho más corto que el de sus cuerpos,
presentando una tonalidad rosa que destaca. Sus ojos rosados son brillantes y
muy expresivos. Su pelaje, denso, puede presentarse en varios colores. El blanco
y el negro son los más habituales, aunque también podemos encontrar ejemplares
azules e incluso rojos.
Alimentación de los conejos de Nueva Zelanda
La alimentación de esta raza de conejos no difiere mucho de la de otras razas
domésticas de conejos, siendo el heno uno de los componentes más importantes
en su dieta. Ésta debe ser rica en aminoácidos, vitaminas de la A a la E y la K, y
minerales como el calcio y el potasio. Para una fórmula más precisa, 50 gramos
por kilo es la cantidad de alimento ideal. Lo que sí que destaca es su consumo de
agua, pudiendo beber hasta medio litro de agua al día. Por ello ésta nunca debe
faltarle y siempre debe estar limpia.
Reproducción y cría
Una hembra de conejo de Nueva Zelanda se mantiene fértil durante todo el año. El
período de gestación dura un mes aproximadamente. Debemos poner a su
disposición un pequeño espacio en el que puedan colocar a sus crías.
En la primera semana tras el nacimiento, comenzará a crecer el pelaje de los
pequeños, y tan sólo dos semanas después comenzarán a abrir los ojos. A las tres
semanas los pequeños dejarán de tomar leche de su madre y comenzarán a
alimentarse de heno y de pellets.
Tres días después de dar a luz, una hembra puede volver a quedarse embarazada
de inmediato.