Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 235
¨El Misterio de Belicena Villca¨
la forma sobre la Tierra y cómo se aseguraba, antes de la mutación, que los siete Reinos
evolucionaran de acuerdo a su Plan? Hay dos principios que intervienen en la ejecución del
Plan, uno estático y el otro dinámico. El Plan se apoya estáticamente en los Arquetipos y
dinámicamente en el Aliento del Logos Solar. Es decir que era una fuerza procedente del
Sol, vehículo físico del Logos Solar, la que mantenía el impulso evolutivo en los siete Reinos
de la naturaleza terrestre. Bien: para provocar cualquier alteración permanente en el Plan del
Demiurgo es imprescindible interceptar la corriente energética procedente del Sol que,
atravesando el océano de prana, converge sobre la Tierra. Para cumplir con esta condición
los Dioses Traidores se instalaron desde un principio entre el Sol y la Tierra, en una posición
fija que jamás deja pasar ni un rayo de luz, es decir, ni un fotón, sin que antes haya sido
interceptado. Esta afirmación puede parecer fantástica, y en verdad lo es, pero más fantástica
e insensata ha sido la construcción de Chang Shambalá, ya que la que hemos descripto es la
función “técnica” de la sede del Poder de los Dioses Traidores.
He aquí otro “Secreto” que ya no es tal; la “ubicación” de Chang Shambalá se podrá ahora
determinar a partir de este dato: siempre se encuentra entre la Tierra y el Sol. En realidad
Chang Shambalá está muy cerca de la Tierra, lo que dará un idea de su enorme tamaño. Sin
embargo aquí no se trata de un capricho sino que debió construirse así por exigencias de su
función moduladora del plasma genético solar.
Por supuesto, no faltará quien diga neciamente que todo esto es un disparate dado que
“las tradiciones del Tíbet y de la India” afirman que Chang Shambalá “es un Reino situado en
el Asia, entre las montañas Altai, el desierto de Gobi y los Himalayas”. Sin dudas un
comentario de este tipo constituirá un disparate mayor que mis afirmaciones. En principio las
mentadas “tradiciones del Tíbet y de la India” son productos de la desinformación estratégica
que durante siglos ha desplegado la Fraternidad para que se ignore la verdad. Y en segundo
lugar diré que los datos más serios de la Tradición, ya que hay algunos datos dignos de
crédito, siempre mencionan la ubicación de “La Puerta de Chang Shambalá” y jamás al
Reino en sí. Esta sutil distinción es sumamente sugestiva pues el hecho de que en un
determinado lugar geográfico exista una puerta no implica que el Reino esté
inmediatamente detrás. Podría entenderlo así una mente primitiva, condicionada por la
creencia de que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos, y de hecho tal cosa
ocurre frecuentemente. Pero aquí estoy manejando la información en otro nivel y por eso
adelantaré cuatro versos del Canto de la Princesa Isa, que ya tendrá oportunidad de conocer
cuando relate la historia de Nimrod, “El Derrotado”.
“Pero aunque Dejung está lejos,
sus puertas están en todas partes.
Siete puertas tiene Dejung,
y siete muros la circundan”.
A esas “puertas inducidas” se refieren las leyendas orientales, las cuales “están en todas
partes” y conducen al Reino que, evidentemente, no ocupa un simple lugar geográfico.
Una referencia a sucesos tan remotos, como la perversa asociación entre los Dioses
Traidores y el Demiurgo, tenía como finalidad servir de introducción para un hecho que voy a
destacar enseguida: cuando el Demiurgo conviene con los Dioses Traidores ceder a estos el
control de la Jerarquía les entrega el signo Thifereth que representa a uno de los diez
Sephiroth y permite un control total sobre los Aspectos formales de la Creación. El Signo
Thifereth es la expresión simbólica de la “manifestación material de los Arquetipos Divinos”,
Aspecto que suele sintetizarse como “Belleza del Demiurgo”. Por si no se ha comprendido
bien conviene repetir que los Demonios de Chang Shambalá quedaron en posesión de un
signo que representa todo el aspecto Thifereth del Demiurgo, permitiendo acceder a él y
compartir su Poder. Naturalmente que el signo Thifereth es la clave de Maya, la Ilusión de lo
Real, y por lo tanto: la más terrible herramienta de la hechicería. Quien observe el signo
Thifereth, el cual es bastante complejo, “desde el mundo”, es decir, encarnado kármicamente,
corre el riesgo de abismarse inmediatamente perdiendo todo punto de referencia y por
consiguiente la razón. Por tal motivo la Sabiduría Hiperbórea recomienda aplicar la ley del
cerco al signo Thifereth para poder observarlo sin peligro. No está de más señalar que en toda
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