La Teoría de la Gestalt y Sus
Influencias Humanistas
L
a psicología de la Gestalt se puede
encuadrar dentro del marco más
amplio de la psicología humanista,
ya que pone énfasis en las vivencias
subjetivas de cada persona, da importancia
a aspectos positivos de la psicología tales
como la autorrealización y la búsqueda de
decisiones acertadas, y trabaja con una
concepción del ser humano como agente
capaz de desarrollarse de forma libre y
autónoma.
Un Poco de Historia Sobre la
Gestalt
Esto significa que no se centra en los
aspectos negativos de la mente, tal y como
ocurre con ciertos tipos de psicoanálisis,
ni ciñe su objeto de estudio a la conducta
observable de las personas, como pasa en
el conductismo.
L a teoría de la Gestalt apareció en la
Alemania de principios de siglo XX como
reacción a la psicología conductista, que
rechazaba la consideración de los estados
subjetivos de consciencia a la hora de
investigar sobre el comportamiento de las
personas y ponía énfasis en los efectos que
el contexto familiar, y por extensión social y
cultural, tiene sobre nosotros. A diferencia
de los conductistas, los investigadores
que se adscribían a la teoría Gestalt se
preocupaban básicamente por estudiar los
procesos mentales que por aquella época
se consideraban algo fundamentalmente
invisible, al no existir herramientas para
llegar a conocer bien lo que ocurriçá en el
cerebro.
De este modo, la teoría de la Gestalt nos
acerca a una concepción del ser humano
caracterizado por su papel activo a la hora
de percibir la realidad y tomar decisiones.
Según los gestaltistas, todos creamos en
nuestra mente imágenes más o menos
coherentes sobre nosotros y lo que nos
rodea, y estas imágenes no son la simple
unión de las secuencias de información que
nos llegan a través de nuestros sentidos,
sino que son algo más.
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