Mi primera revista revista gestalt | Page 30

Sólo somos capaces de distinguir la figura si ésta está bien diferenciada del fondo, si resulta nítida y bien definida. De no ser así, el fondo no pasa desapercibido y aleja nuestro centro de atención de la figura, convirtiendo la imagen en algo confuso y muy complejo. No obstante, no existe figura sin un fondo, conformando así una totalidad, aunque a veces el fondo y la figura puedan llegar a tener la misma importancia. Ésto es algo que sucede con las “figuras ambiguas“, explicadas en la Ley de los Contornos Subjetivos; ilusiones ópticas que completan en nuestra mente figuras no existentes. Es el caso del Jarrón de Rubin, en el que los perfiles y la propia copa pueden actuar tanto como de fondo como de figura, pero no al mismo tiempo, y somos nosotros los que tenemos que otorgarles el rol llevando a cabo un ejercicio de desambiguación: Obtenido de   http://xurl.es/ctyma— 30