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Objetivos de las expediciones
de viajeros:
Para el siglo XIX se incrementan las expediciones de viajeros en las que a través de sus cartas, sus libros o cuadernos de notas se centran en describir tres aspectos: La conexión de Europa con Latinoamérica, en donde lo narrado se refiere al campo y su influencia con el mundo occidental; el contacto del viajero con grupos sociales comúnmente difícil de describir a los observadores común y corrientes debido a la estructura jerárquica de las sociedades de los siglos XVIII y XIX y finalmente la intención del viajero de trasladar a su país de origen los aspectos positivos conocidos empíricamente durante el viaje.
Las expediciones de viajeros en las que a través de sus cartas, sus libros o cuadernos de notas se centran en describir tres aspectos: La conexión de Europa con Latinoamérica, en donde lo narrado se refiere al campo y su influencia con el mundo occidental; el contacto del viajero con grupos sociales comúnmente difícil de describir a los observadores común y corrientes debido a la estructura jerárquica de las sociedades de los siglos XVIII y XIX y finalmente la intención del viajero de trasladar a su país de origen los aspectos positivos conocidos empíricamente durante el viaje.
La Corona española durante el siglo XVIII, promovió expediciones límites, geográficas, botánicas y médicas a lo largo del territorio Americano. En el caso de la Nueva España las expediciones de límites y las geografías tenían como finalidad delimitar con exactitud las distancias y la formación de litorales, así como identificar las rutas más adecuadas para la construcción de caminos y definir la riqueza potencial del territorio. Destacan las expediciones Serra y Crespi en 1769 por las Carolinas; la de Alejandro Malaspina efectuada entre 1789 y 1791, en la que recorrió América hasta Alaska por el Pacífico, el Istmo de Tehuantepec y la costa pacífica de México.
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